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martes

LA ÚLTIMA TERRÍCOLA SERÁ TRANSEXUAL por ITZIAR ZIGA

 

 Fotografía de Josep María Miró


Tras nueve años obsesionada y obsesionante, por fin ascendí a Montevirgine, acompañando a la horda queer napolitana que celebra cada 2 de febrero su Candelaria. Una fiesta tan cristiana como pagana, tan sagrada como impúdica, tan espiritual como política, encabezada por los femminielli, ese tercer género pre-moderno que pervive frente al Vesubio. ¡Cómo no mitificarlos, la prueba irreductible de que este asfixiante binarismo patriarcal nos fue impuesto también en Europa! La antropología nos lo reveló desde sus primeros coloniales pasos: en todas las culturas conocidas han existido seres intermedios que conciliaban el mundo de los vivos y de los muertos, aliviando la humana necesidad de seguir adelante sin olvidar a los ancestros. Los terceros géneros han sido venerados o masacrados, depende de hace cuanto el imperialismo occidental hiciera sus estragos en tu territorio. Pero perseguidas y aniquiladas, con una esperanza de vida menguada en décadas respecto al resto de la población, el doble de feminizadas que el resto de las mujeres, las travas y otres no binaries han existido y existirán siempre.

miércoles

TODOS LOS HIGOS PARA SYLVIA PLATH por ITZIAR ZIGA

La colosal poeta y escritora Sylvia Plath en las playas de Benidorm. Verano de 1955 

"Vi mi vida extendiendo sus ramas frente a mí, como la higuera verde. De la punta de cada rama, como si de un grueso higo morado se tratara, pendía un maravilloso futuro, señalado y rutilante. Un higo era un marido y un hogar feliz e hijos y otro higo era un famoso poeta, y otro higo era un brillante profesor, y otro higo era E Ge, la extraordinaria editora, y otro higo era Europa y África y Sudamérica y otro higo era Constantino y Sócrates y Atila y un montón de otros amantes con nombres raros y profesiones poco usuales, y otro higo era una campeona de equipo olímpico de atletismo, y más allá y por encima de aquellos higos había muchos más higos que no podía identificar claramente. Me vi a mí misma sentada en la bifurcación de la higuera, muriéndome de hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies.”

jueves

ANA MENDIETA SERÁ NUESTRA TIERRA por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga

Se nos están precipitando los feminicidios, una tras otra. Alguna, literalmente. Una chavala de 22 años cae desde un sexto piso tras una bronca con su novio. Él estaba delante, pero asegura que fue un accidente. Obvio. Nos ponemos nerviosas y perdemos el equilibrio. Ha sucedido en Benidorm, yo recuerdo barandillas en los balcones de Benidorm. Me viene Ana Mendieta, abismándose desde la planta 34 de su piso en Nueva York. 1985. Su marido estaba allí, discutieron. Fue absuelto por falta de pruebas, aunque ella gritó «no, no, no» mientras caía y él tenía arañazos en la cara.

martes

ENTRE EL PUNITIVISMO Y EL ESCAPISMO por ITZIAR ZIGA


Itziar Ziga

Las feministas somos tremendísimas en nuestras discusiones, honestas en la compleja argumentación de nuestras diferencias. A ver, no todas hemos profundizado igual en el certero desentrañamiento de los mecanismos del patriarcado, faltaría más. Pero si escuchas a cualquier feminista que se sumó a nuestra revolución a lo largo de las últimas trepidantes décadas, a cualquiera de las millones de activistas que se han ido sucediendo sin dejar caer ni por un instante todas las transformaciones sociales emprendidas, te explicará cómo se reproduce y se enmascara el machismo.

CUANDO VIOLAR A UNA MUJER ERA SEXI por ITZIAR ZIGA


Lina Mangiacapre

Cuando mi amiga y editora Maya Checchi pasa derrapando ante el Vaticano, se detiene, baja la ventanilla y les grita: ¡pederasti! La Iglesia se ha ganado a pulso multitudes enemigas, como esta lesbiana pendenciera y genial que cató hembra en una época en que podían lobotomizarte por ello. Apostadas en una terraza genovesa, ante la algarabía futbolera por un partido de la liga italiana, me contó esta historia. Pongamos que eran los 80, Nápoles. Maya y una de sus mil amantes, la fascinante cineasta y escritora que nombró por primera vez el transfeminismo, corran a googlearla para ver lo buena que estaba, Lina Mangiacapre, borrachas con dos amigas más, animando al equipo que fuera una tarde de futbol en una taberna llena de hombres. Las otras eran Maria Schneider y su novia María. Cierro los ojos, y soy la cerveza entre los veinticuatro labios de las cuatro…

miércoles

MINHA BOCETA É O PODER por ITZIAR ZIGA

Foto: Laura Nakel

Qué placer el viento sur, cuando te hace elevar los brazos como alas. Y juegas con él mientras te remueve el pelo y te levanta el vestido. Y entonces aparece en la escena un gilipollas, clavándote su mirada babosa incluso de reojo, persiguiéndote un poquito por delante de ti, para que no puedas evitar verle, ¡como si hiciera falta! 

¡MANDA COÑONES BLANCOS! por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga

Una amiga trans me contó que aquella jueza, con todo su coño, por un hurto a Inditex, la condenó a pasar unos días en el infierno. Así se lo aclaró: te mando a una cárcel de hombres para que escarmientes. ¡Cuánta maldad! 

jueves

¿PORQUÉ GRITAMOS LAS PUTAS? por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga


Un sofocante mediodía cualquiera de este pasado agosto, en el programa matinal de TV3, se está debatiendo sobre si debe abolirse o no la prostitución. (No deja de asustarme la vuelta de tuerca prohibicionista que ha dado la opinión publicada en los últimos años, cuando el fin de milenio parecía abocarnos dulcemente a la regulación laboral del intercambio económico/sexual en Europa, en el peor de los casos). En el plató hay una trabajadora sexual y otras dos mujeres cuya implicación en el asunto no termino de comprender. Apenas escucho cinco minutos de la conversación, que no es tal. 

lunes

AUTOCOSIFICADAS, NO: LAS ZORRAS DE SIEMPRE por ITZIAR ZIGA

 

Itzi Ziga, zorreando en la Bata de Boatiné. El abrevadero queer por excelencia.

Hablo de nuevo por aquí de La Zowi, esa maravillosa trapera del Albaicín, hija de guitarrista flamenco y poetisa feminista. La excusa es que en youtube vuelven a dejarme ver su videoclip “Bitch Mode”. ¡Cuánto echaba de menos verla zorreando con sus amigas en el descampao, palmeando sus culos sobre el descapotable! Creo que durante un tiempo, y sin yo saberlo ni saber quitarlo, algún ente maligno me aplicó cierto filtro puritano, supongo que por mi bien. Suelen llamarle familiar a esta censura, como si solo existiera la familia heteropatriarcal, como si de una generación a otra solo pudiera trasmitirse la opresión católica, misógina, homófoba, sexófoba, aguafiestas, sometida a un poder que no elegimos. Y que nuestras antepasadas tampoco eligieron, más bien aguantaron.

MÁS QUE NUNCA, ¡INSUMISIÓN! por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga

Entre todas las horripilantes noticias sobre la invasión rusa, en esta escalada bélica y propagandística, las voces insumisas quedan acalladas, como siempre. Naturalizamos e invisibilizamos que, a los hombres ucranios entre 18 y 60 años, no se les permita salir del país. No pueden escapar de la guerra porque tienen que ser parte activa de la guerra. Les toca coger las armas, por cojones, quieran o no. Puro patriarcado, vaya. Por supuesto, hablo de todos los identificados como hombres: nos llegan terribles gritos de socorro de mujeres trans atrapadas entre mil fuegos en Ucrania… Todos los Estados europeos están de acuerdo en esto: no hay asilo para los desertores. Para algo son Estados.

NO SOMOS MUÑECAS ROTAS por ITZIAR ZIGA

Tina Turner
Paseando por Brooklyn, descubrí que las afrodescendientes han hecho de su opresión histórica, virtud estética. Durante décadas, y sobre todo mientras fueron condenadas a ser sirvientas después de esclavas, debían llevar aburridas pelucas de pelo liso para ocultar sus caracolas. Impresionante cuando Assata Shakur relata el momento en que tuvo que volver a cubrirse con el pelo de blancas muertas, al pasar a la clandestinidad por ser una black panther.

miércoles

VALERIE SOLANAS LEHENBIZIKO BALA (1)


Itziar Ziga. Foto de Rodrigo Van Zeller.

Valerie Jean Solanas nació el 9 de abril de 1936 en una pequeña localidad costera del estado de Nueva Jersey llamada Ventnor. Su padre abusaba sexualmente de ella. Su madre tras divorciarse, se volvió a casar y envió a Valerie con sus abuelos para que no les diera problemas. En el colegio católico las cosas tampoco le iban bien, se enfrentaba a las monjas y fue amonestada por golpear a un compañero que había atacado a una chica más joven. Su abuelo borracho le pegaba cuando se negaba a ir a clase. Así comenzó todo para Valerie Solanas.

viernes

Entrevista a MAR CAMBROLLÉ por ITZIAR ZIGA

Mar Cambrollé

Mar Cambrollé viene a Euskal Herria de la Mano de Alternatiba para hablarnos de “Insumisión, Disidencia, Resistencia”, al calor del 28 de junio vindicativo, y del bloqueo gubernamental de la imprescindible Ley Trans que terminará de despatologizar y castigar a una parte de la población, la transexual, que soporta un 85% de paro y una esperanza de vida terriblemente menguada. Con 63 esplendidos años, esta sevillana conjura la misoginia y la crueldad del mundo cada vez que respira. Ya por teléfono me advierte entre risas que ella es muy transborroka. No hay duda.

jueves

YO SE QUIÉN SOY por ITZIAR ZIGA

Natacha e Itzi berreando El punto de partida en La Bata, 2007


En las últimas y sobredimensionadísimas polémicas feministas al calor de la inminente aprobación de la Ley Trans, ha habido un argumento especialmente bajuno de las que se oponen a los derechos de otra gente: que las mujeres estaremos más en peligro si las y los transexuales pueden cambiar su género en el registro sin la autorización del Estado. ¿? Las mujeres trans son violentadas por machos como el resto de las mujeres, solo que todavía más. Pasa igual con las mujeres funcionalmente diversas, con las putas, con las indigentes, con las migrantes en tránsito… Ser paria además de mujer, redoblará el machismo contra ti: lo sabemos porque llevamos conchabadas entre todas desde que existe el patriarcado. Y, porque estamos juntas de mil maneras y en mil batallas, hace ya tiempo que hablamos de transfeminicidios. Parece mentira que tengamos que aclarar que las mujeres trans asesinadas son mujeres asesinadas.

viernes

EN DEFENSA DE LA FAMILIA...QUEER por ITZIAR ZIGA

 

Itziar Ziga. Foto: Elena Urko


Ella vino desde Lyon a recoger a su hijo, recién muerto por sobredosis. Era nuestro amigo: yonky, maricón y un activista anarcoqueer de la hostia. No tenía demasiada relación con la familia, por todo lo anterior. Dentro de su desolación, aquella mujer encontró cierto consuelo al conocernos: le queríais, le cuidabais, os importaba, tenía una familia, sois una familia… Así cubrió todos los años que se había perdido de la vida de su hijo por mandato heteropatriarcal. No, no éramos monstruos, no éramos oportunistas acompañantes de vicios. Tampoco ella era ese monstruo que parió una criatura para no quererla. A la gente no le sale odiar a maricones, bolleras y transexuales porque sí, porque se me acaba de ocurrir a mí sola mientras fregaba el suelo. Menos aún cuando son su carne.

martes

ENTREVISTA A ITZIAR ZIGA a propósito de su nuevo libro "LA FELIZ Y VIOLENTA VIDA DE MARIBEL ZIGA". Por PAROLE DE QUEER

-Parole de Queer: En tus anteriores libros te caracterizas por contarnos historias llenas de humor e ironía. Narrar la historia de un maltrato físico y psicológico continuado es una historia muy dura. ¿Cómo conseguiste lograr el tono adecuado para contarnos esta parte de tu vida? ¿Y sobre todo para no narrarlo desde una posición de víctima?

-ITZIAR ZIGA: No narrarme desde el victimismo no me ha costado porque yo no me vivo como víctima, lo que no quiere decir que no haya sido víctima de violencia machista varias veces en mi vida. ¡Cuánto no en una sola frase delante de la palabra-losa víctima! Víctima te hace el macho que te agrede, pero sobre todo la sociedad patriarcal que quiere mantenerte ahí, cuando lo cuentas o cuando se sabe, como a una libélula clavada con los alfileres del estigma. Para decirte que estás malograda te tratan como si estuvieras malograda, de tantas dolorosísimas y sistémicas maneras. Es espantoso el estigma maltratada, tan degradante. Ni os imagináis cuánta gente lo ha utilizado ante cualquier conflicto de cualquier índole contra mí, gente feminista y a la que quiero inclusive. “Claro, con lo que viviste de pequeña…” “Ves maltrato por todas partes.” “Vuelve a terapia.” Yo también he victimizado a otras sin darme cuenta, qué conste. Los estigmas son oportunistas, arrojadizos e infames: ¡no somos muñecas rotas! Por eso es tan liberador este momento largamente luchado en que las mujeres y otras parias de género nos hemos alzado juntas para mostrar nuestras heridas patriarcales, que son las heridas del mundo. Como dice Eleonor Antillón, una de las mujeres abusadas por el prohombre, Nobel de la Paz, expresidente de Costa Rica y ensimismado acosador Oscar Arias: es bueno que la gente ya dude, pero no del incorrecto. Para mí haber publicado mi historia de violencia es una victoria. He tardado mucho en escribirlo, tres años. Me costaba, me costaba, y no entendía porqué: yo adoro escribir. Y un día me di cuenta de que tenía que darme permiso en cada párrafo. Eso sí, lo que no me ha costado nada ha sido incluir la risa de mi madre, era tan omnipresente como la amenaza de mi padre. A veces él nos miraba y decía: ¿creéis que no me doy cuenta de que estáis todo el día descojonándoos de mí? 

LA FELIZ Y VIOLENTA VIDA DE MARIBEL ZIGA de ITZIAR ZIGA. RESEÑA por EDUARDO NABAL

"La feliz y violenta vida de Maribel Ziga" por Itziar Ziga.

“Escribo como hablo” me dijo, una vez, Itziar Ziga en una entrevista a propósito de su libro “Transfeministas: una estirpe maldita”, editado por Txalaparta, donde analizaba figuras tan diversas como Silvia Rivera, Valerie Solanas o Louis Michel, unidas por un mismo espíritu de combate. Trataba así de explicar algo la buena acogida que alcanzaron sus primeros libros, como “Devenir perra” o “Un zulo propio”, que repercutieron con fuerza en un amplió grupo de lectores y lectoras, no únicamente de pelaje feminista.

¿EL CORTO VERANO DEL TRANSFEMINISMO? por ITZIAR ZIGA


¿Sabes lo que fue más hermoso de aquella noche? 
Ver a todas las hermanas de pie como una gente unida. 
Sylvia Rivera sobre el 28 de junio de 1969 

Tengo el presentimiento de que llega la acción. 
Shakira 
Itziar Ziga y Maider Lazkano de fiesta por Iruñea

domingo

ESTA INCÓMODA BLANQUITUD por ITZIAR ZIGA

Maro & Itzi By Patricia Heras 2006
Durante tres años, mi pareja fue un chico trans negro nacido en Nueva York. Digo chico porque ni los trans ni los negros parecen envejecer nunca. Su madre y su padre se fueron de Cuba con la Revolución, Maro habla un castellano que divertía muchísimo a mi amatxo. 

miércoles

CUIDANDO Y REVOLUCIONANDO por ITZIAR ZIGA

Foto: Verónika Arauzo

Cuando hicimos las cuentas desde la crítica económica feminista, no nos salieron ni las del capitalismo ni las del marxismo. ¿Dónde está el precioso trabajo que sostiene la vida, realizado sin reconocimiento ni paga mayoritariamente por las identificadas como mujeres? La plusvalía del patriarcado. Mientras las mujeres somos el 50% de la población mundial, realizamos las 3/4 partes del trabajo mundial, pero poseemos el 10% del dinero y el 1% de la propiedad, lo dice la ONU. ¿A qué dan ganas de salir a la calle con un lanzallamas, incluso en pleno confinamiento?