Una experiencia que ella vivió como extrema, en la que aspectos como la calvicie, la pérdida de un pecho, la quimioterapia o el seguimiento continuado de su enfermedad le abrieron una puerta de dolor y lucidez a la hora de repensar su propia corporalidad (nunca “ocultó” su gordura) y la relación de ésta con el mundo, lo personal y lo político. La autora se siente mas dañada por el efecto del tratamiento médico que por el propio mal que padece y víctima de una aguda depresión acude a la consulta de Shanon, un psicoanalista poco habitual, con el que se entiende y no se entiende, indagando en los aspectos más íntimos de su personalidad y revitalizando su memoria. Allí comienza su último libro, uno de los más difíciles, duros y experimentales, donde mezcla la prosa y la poesía, la vivencia inmediata del presente continuo y los recuerdos de como se fue formando como niña, adolescente, joven y mujer, dentro y fuera de la norma.
“Un diálogo sobre el amor” combina los apuntes del psicólogo y los pensamientos cambiantes de la “paciente” que, además, ha vivido de cerca la muerte de su amigo y colega Gary, enfermo de Sida durante aquellos mismos días. Una pandemia que, gente como ella, siempre vieron llena de connotaciones políticas y de género, debido a la parsimonia de los poderes fácticos, la avaricia de la industria farmacéutica, la desidia médica y el fantasma del estigma.
La autora rememora los “die-inds” de Act-Up como actos políticos donde se escenificaba y anticipaba el fantasma de la llegada de la muerte ante la dejadez institucional. Hoy, en tiempos de terrible pandemia mundial, también sabemos algo de la gestión para-policial que, en algunos países, se hace de la salud pública, tras priorizar los servicios sanitarios en el ámbito elitista de lo privado.
Segdwick siempre busca, ya desde sus experimentos literarios con sus alumnos, crear un tejido poético subversivo y una puesta en común de la literatura donde el canon y el clasicismo se ven cuestionados desde una óptica iconoclasta, rebelde y falta de prejuicios a la hora de aproximarse a los clásicos y de desmontar las máximas establecidas sobre su vida y su obra.
Pero “Un diálogo sobre el amor” es sobre todo un diario rico, electrizante, a ratos lírico y a ratos mordaz, y, a su manera, estilísticamente innovador, acerca de una enfermedad que se le complica llevándole a las puertas de la desaparición. Pero la autora no cesa de crear, de recordar sus vivencias y su relación ambivalente con sus padres y con otras mujeres, su salida al mundo exterior y la mezcla de timidez e impulsividad que han caracterizado su trayectoria vital.
Sin perder nunca de vista la mirada “torcida” la autora pone en primer término su vivencia tambaleante de una enfermedad terminal, durante la que sigue viajando, dando conferencias, interesada en los problemas de su tiempo y poniendo por escrito sus más íntimas reflexiones, llegando al terreno foucaultiano de “la confesión”. Sin abandonar su cuaderno de viaje la autora incluye inteligentes apuntes sobre el racismo, la homofobia, la violencia y los tabúes más que vigentes en muchas zonas de su país. En “A dialogue for love” se mezclan los estilos literarios, los registros del habla, los párrafos en mayúsculas y minúsculas, los versos sueltos y las reflexiones agudas, y explora sus sentimientos más personales, sus recuerdos traumáticos, las cortapisas del tiempo en el que creció, sin abandonar nunca una enconada batalla por su propia supervivencia y por una comprensión sincera, cálida y lúcida, de sus congéneres, sus recuerdos, sus temores y su trayectoria en el mundo que le toco vivir.
Segdwick, como a su manera la afroamericana, activista y poeta Audre Lorde (“Diarios del cáncer”) o Kate Millet, la la legendaria feminista lesbiana sometida a más de una traúmática experiencia psiquiátrica (“Viaje al manicomio”, donde denuncia el abuso de los psicofármacos) confía en que su angustiosa experiencia con la enfermedad le abra, también, una ruta de renovada creación literaria, la desterritorialización de las fronteras entre el ensayo y la poesía, la revisión de sus habituales formas de expresión y un intenso análisis personal y social, a la vez lúdico y estremecedor. Es aquí donde la experiencia de la dolencia o la enfermedad adquiere un significado colectivo, poniendo en primer término la apatía y las carencias sociales así como el poder incontestado de la clase médica, al servicio de intereses políticos y macro-económicos.
"Un diálogo sobre el amor". Por Eve Kosofsky Segdwick. Edición de María José Bellbell y Orestes Hurtado. Editorial Alpuerto