Rampova. Fotografía: Almudena Soullard.
Se acaba de marchar, dejándonos entre la pena y la estupefacción. Recuerdo que meter un texto de Rampova en cualquier publicación LGTBQ (y aparecieron mucho en “Infogai”, “La Kampeadora” etc.) era siempre una delicia y un placer a la vez amargo y fascinante.
Podía desbarrar pero siempre dentro de su universo hecho de lentejuelas llenas de compromiso social e insubordinación de género. Con un humor cálido, "camp" pero también caustico y demoledor ella lleno con sus sentencias, ironía y observaciones cargadas de vitriolo, fluidez y magia un panorama LGTBQ que se iba, contra sus tripas, hacia un paradigma normalizador y capitalista lejano a su mundo de cabaret político, tacones, claras filiaciones izquierdistas, compromiso y continuas paradojas.
Rampova. Fotografía: Pepa Petrer