En el feminismo hay muchas familias de pensamiento que a veces mantienen posturas enfrentadas sobre algunos temas. La pornografía es uno de ellos. Desde los feminismos más institucionalizados el porno es considerado como la manifestación paradigmática de la posición de la mujer en el mundo: una industria que la explota, la reduce a simple objeto de consumo rápido y limita la sexualidad femenina a su más mínima expresión (lo mismo ocurre con la masculina pero esto de momento no parece plantear problemas a nadie).
Annie Sprinkle en "God breast America" by Julian Cash
Desde otras posiciones comprendidas en el gran concepto-marco de posfeminismo, el porno ha ido sin embargo conquistando un pequeño territorio ideológico, no muy grande pero cada vez más arraigado. El post-porno, o porno experimental o alternativo se impone poco a poco como un espacio para la subversión de las categorías de género y la redefinición de las sexualidades como algo plural, infinitamente rico. Un espacio de lenguaje y de poder con el que construir discursos altamente radicales sobre todos los y las que quedan fuera del porno tal y como lo conocemos.
La artista norteamericana Annie Sprinkle es un referente de esta última posición, eje central del seminario FeminismoPornoPunk dirigido por el escritor y activista queer Paul B. Preciado. Que nadie se engañe. Annie Sprinkle (Filadelfia, 1954) ha acabado escribiendo libros, dando conferencias en universidades y espacios culturales e incluso forma parte del universo del arte, al menos de sus galaxias más fronterizas y bastardas. Pero ha sido siempre una trabajadora del porno que empezó su carrera en los años setenta participando en películas de todos los géneros, incluyendo los más extremos. En un momento, que coincide por un parte con la aparición del virus del SIDA y la pérdida de muchos amantes y amigos, y por otra con el hastío que le provoca su imagen de pin-up, Sprinkle decide pasar al otro lado.
Annie Sprinkle by Joegh Bullock
A partir de ahí arranca una obra original e inclasificable en la que utiliza todos los soportes que caen entre sus manos (performance, vídeo, instalación, escritura) para explorar el sexo en todo su potencial: artístico y espiritual pero también profundamente político y desde luego feminista.
En 1982 Sprinkle se dirige a sí misma en “Deep Inside Annie Sprinkle”, una obra experimental que introduce al espectador en un viaje de deconstrucción del fetiche y arroja una mirada nueva -revolucionaria- sobre el concepto de estrella del porno. En ella una Sprinkle de 26 años mantiene relaciones sexuales con diferentes hombres en un cine X en el que se proyecta uno de sus films, mientras otra Sprinkle de 40 años habla directamente a la cámara sobre su vida sexual y personal. Este cambio de punto de vista -de objeto a sujeto- va a ser un elemento constante de su trabajo, así como la desarticulación sistemática de todo lo que el porno tiene de construcción icónica del cuerpo de la mujer. En “Public Cervix Announcement” invita a los miembros del público a echar un vistazo al interior de su cervix abierta con un espéculo; en “The Legend of the Ancient Sacred Prostitute” realiza su famosa masturbación ritual para reivindicar al eterno olvidado en la pornografía convencional: el orgasmo femenino; con “Post-Porn Modernist” juega con las representaciones del cuerpo y la personalidad; y en “Annie Sprinkle´s Herstory of Porn” reúne piezas de sus comienzos en el cine X con su posterior trayectoria artística interactuando con el público y sus múltiples identidades en la pantalla.
Performance "Public Cervix Announcement" by Leslie Barany
En su trabajo también ocupan un lugar importante sus enormes pechos. Se sirve de ellos para realizar pinturas y performances como “Bosom Ballet” en la que, ataviada con unos largos guantes negros, los hace bailar al ritmo del “Minueto” de Dmitri Shostakovich. Luego está lo que ella denomina su época kinki: performances y grabaciones que representan escenas de piercings, con tampones, con compañeros de cama mutilados y transexuales. En todas ellas llaman la atención la alegría y la frescura que aporta a estas otras formas de sexualidad, generalmente representadas desde el prisma de lo “desviado”. Su posición es precisamente la contraria. Con sentido del humor y muchísima honradez Sprinkle convierte todo lo que toca en una celebración de la dignidad del deseo. Doctorada en el Instituto de Estudios Avanzados en Sexualidad Humana de San Francisco, ha dedicado muchos esfuerzos a difundir sus conocimientos sobre el placer y la salud sexual con obras como “Dr Sprinkle’s Spectacular Sex-Make Over Your Love Life” o el apasionante documental sobre el orgasmo “Annie Sprinkle’s Amazing Worls of Orgasm”. Parte de estas investigaciones han sido fruto de su acercamiento al sexo tántrico y la espiritulidad, lo que le ha valido el sobre-nombre de Nueva Prostituta Sagrada.
By Amy Audrey
Actualmente Sprinkle trabaja en colaboración con su pareja, la artista Beth Stephens, en una serie de performances sobre el amor: Love Art Laboratory. Hace unos años, cuando fue diagnosticada con cáncer de pecho quiso que la enfermedad que afectaba a “una de sus herramientas de trabajo” se convirtiera en un proyecto de arte. Stephens y ella documentaron todo el proceso de terapia desde la pérdida de cabello hasta la intervención, proponiendo un punto de vista más sobre su cuerpo, esta vez enfermo, ligeramente envejecido, pero orgulloso y resistente. La presentación en Arteleku culminó con un karaoke al ritmo de “What the world needs now is love” de Jackie DeShannon, al que se sumó todo el auditorio, y que bien podría enlazar con la última frase del Post Porno Modernist Manifesto que firmara la propia Sprinkle en 1989: “y con este amor de nuestros yos sexuales nos divertimos, cicatrizamos el mundo y perduramos”.
By Love Art Laboratory
Artículo de María Ptqk para el Parole de queer 4
Este artículo escrito por Maria Ptqk fue Publicado originalmente en Mugalari (suplemento cultural del diario Gara) el 12 de junio de 2008.
Podeis encontrar más información sobre Annie Sprinkle en la web sexecology