jueves

"Ser críticamente queer", entrevista a Judith Butler

"A lo mejor el punto está en no basar una alianza queer en la sexualidad. A lo mejor la alianza queer es de hecho una alianza de lo anormativo...En algunos casos, la sexualidad hace que uno sea una minoría o un tipo de persona excluida, o un tipo de ser abyecto o ininteligible. Produce una alianza entre todos los que no son considerados como seres humanos que merecen tener derechos equitativos. Yo pienso que se trata de una manera de vincular comunidades minoritarias y comunidades de excluidos"

Soledad Falabella: Gracias por otorgarnos parte de tu tiempo.
Judith Buttler: Sí.
SF: En la escena chilena de teoría tus libros han tenido gran impacto. Una de las cosas que se destacan es el hecho que dialo- gas [engage] con y a través de tu propia experiencia, incluyendo problemas que son contingentes a la sociedad.
JB: Sí.
SF: ¿Podrías explayarte sobre esta mirada teórica? Explicar por qué, de dónde viene la pasión que le impulsa y hace que tú quie- ras dialogar de esta forma y a través de tu trabajo teórico.
JB: ¿Sabes? Creo que tú me estás pidiendo que dé cuenta de mi misma.
SF: ¡Ese libro ya lo escribiste! (Risa) 
JB: Lo que pasa es que no soy buena en eso.
SF: De acuerdo.
JB: Ser una académica me ha dado un cierto privilegio. Pero con el privilegio surge también la responsabilidad. Tengo compro- misos políticos muy fuertes. Tengo fuertes compromisos con el feminismo y las políticas lésbianas, gay, trans, queer bi, en una perspectiva global. He sido parte de las luchas de Derechos Humanos. Actualmente, estoy muy involucrada con Palestina, respecto al problema del bi-nacionalismo en los asuntos entre Palestina e Israel. Ese es el libro que estoy terminando ahora 2.
Cuando yo era muy joven me dijeron “Mantén tu actividad política en la calle”. Entonces, se suponía que tenías que tener tu filosofía y tu alemán aparte -para que tu lectura de Hegel fuera impecable (risa). Eso fue muy difícil para mí. Yo pensaba: “Tengo que mantener mi perfil filosófico separado de mis compromisos políticos”. Al comienzo de mis veinte, yo participaba especial- mente en lo que era la política de liberación gay. Había debates feministas, íbamos a protestas, debatíamos sobre sexualidad y política. Pero luego yo volvía a la universidad, iba a mis cursos sobre Kant, Hegel, Leibnitz, aprendía alemán. Cuando me fui a Alemania había protestas masivas (risa). Era la época cuando buscaban discernir si todavía eran comunistas u otra cosa. Esta- ban pasando muchas cosas. Estuve expuesta a situaciones donde había refugiados indocumentados, que habían sido torturados en Pakistán... Y yo empecé a pensar en cómo ayudarlos para que pudieran adquirir ciudadanía o protección legal. Por un lado iba a mi clase de Hegel y por el otro, luchaba para encontrar una forma en que los pakistaníes indocumentados y torturados obtu- vieran algún tipo de...
SF: ...reconocimiento...
JB: Sí, o protección legal. Y, cuando volví a los Estados Unidos empecé a presentarme en mi vida cotidiana más abiertamen- te como parte de una minoría sexual, como una feminista. Yo promulgaba un tipo de política de izquierda que no era compa- tible con el discurso legal dominante, y mis profesores se dieron cuenta de que yo estaba alzando la voz. Cuando entré al merca- do laboral y busqué trabajo en filosofía tuve dos ofertas. Verbal- mente me otorgaron los trabajos pero, luego no recibí ninguna carta, porque alguno de los profesores que estaban en contra de mi posición llamaban y decían “Ella es una revolucionaria. Ella es una lesbiana radical. Ella no toma en serio la filosofía. Ella está involucrada en oscuras actividades sexuales en la ciudad de Nueva York”, que era, por supuesto, el lugar del pecado. Y perdí los dos trabajos.
Entonces tomé un trabajo sin ningún tipo de seguridad, con muchas [horas de] enseñanza, poca plata, pero era un trabajo. Y comencé a estar más activa políticamente dentro del movimiento lesbiano y gay en Washington. Afortunadamente unas fuertes académicas feministas decidieron ayudarme. Joan Scott y Evelyn Fox Keller me dijeron: “Tienes que cambiar tu ropa, tienes que cortarte el pelo. ¿Por qué no escribes sobre el género? ¿Por qué no escribes sobre estos asuntos políticos y transformas eso en tu vida académica?”. Y dije: “De acuerdo, yo puedo hacer eso, pero también quiero hacer filosofía”, pues para mí no hay separación. Ellas me motivaron para que escribiera de una manera diferente, y terminé escribiendo El género en disputa con la ayuda de ellas. Después de 5 años sin un trabajo seguro, viviendo con muy poca plata y sin esperanza, volví a entrar a la vida académica.
SF: Entonces tú escribiste Género en disputa en esa época.
JB: Sí. Después de cinco años finalmente obtuve un puesto seguro pero, yo estaba en una lista negra 3.No creo que esto pueda suceder ahora en Estados Unidos de la misma forma. A lo mejor en algunas partes de Estados Unidos. En ese entonces yo no tenía otra opción: “Tú me llamas. Dices que soy una homosexual. Dices que soy una radical. Dices que soy peligrosa”. Y yo te digo: “De acuerdo, déjame contarte de qué se trata”. Tenía que hacerme cargo de esa interpelación. Después fue maravilloso. Eve Sedgwick, Teresa de Lauretis and David Halperin también estaban todos escribiendo libros sobre la homosexualidad, o el lesbianismo, o la teoría queer 4. De pronto fui parte de un grupo, pero en ese momento yo no lo sabía.
SF: En esa época tú pensabas que no había esperanza.
JB: No había esperanza y me sentí muy sola. Sin embargo, sí contaba con el apoyo de estas feministas más grandes.
SF: Todas mujeres...
JB: Mujeres, hetero... algo conservadoras. Pero me apoyaban.
SF: Era político.
JB: Sí, pensaban que yo era inteligente.
SF: Que tú te lo merecías.
JB: Sí. ¿Eso responde tu pregunta?
SF: Es fantástico, eran dos de mis preguntas. Cuando enseño retórica enseño con El género en disputa.
JB: El género en disputa. Fabuloso.
SF: Yo les digo que tu escritura es como si estuvieras sentada en una mesa: “Ella tiene invitados cenando ... has visto la película Danton? ¿Cuando están sentados en la mesa?
JB: Sí, sí.
SF: Yo trato de explicarles que la escritura es como tener una conversación y uso esto como un ejemplo... Es muy performa- tivo. Yo trato de explicarle a los estudiantes de qué forma uno puede entrar en diálogo con personas, como en una conversación. Entonces cuando tú hablabas era porque te sentías sola, y en ese momento tú creabas una conversación...
JB: Sí. SF: ...con gente real. JB: Sí...
SF: ¿Fue difícil? (Risa) Gracias por esta respuesta maravillosa... 
JB: Sí. Es verdad.
SF: Porque tú vas y vuelves, o tomas a Gayle Rubin y vuelves, y eso le da vida al texto... Entonces cuando enseño a escribir, escri- bir para publicar, para que los estudiantes no solo escriban sino que también publiquen cuando están en la universidad...
JB: También es verdad que después de publicar El género en dispu- ta hubo quienes me criticaron. Mi siguiente libro fue una manera de responderle a mis críticos. Y estas conversaciones son a veces reales y otras imaginarias. Cuando la gente me hace críticas fuer- tes necesito repensar mi posición y a veces cambiar mi posición. Y sí, pienso que mi discurso se va transformando en el contexto de las relaciones, conversaciones e intercambios...
SF: Conversaciones e intercambios...
JB: Es el modus vivendi de mi trabajo. Asimismo, en los últimos años he colaborado con Gayatri Spivak, Rosi Braidotti, Gayle Rubin, y muchos más... Ernesto Laclau, Slavoj Žižek... Ellos son muy importantes para mí.
SF: Es la idea de entrar en diálogo, ¿no? Cuando la teoría llega a América Latina está la fuerza de la palabra escrita... Y no todo el mundo tiene la misma posibilidad de leer y entender. A veces los conceptos se convierten en íconos, y queer se ha convertido en un ícono.
JB: Sí.
SF: Mi pregunta es ¿de qué forma puede haber una acción política queer en tensión con la identificación? ¿De qué forma y desde una perspectiva queer vislumbras posibles articulaciones políti-cas que promuevan la acción política sin la formación identita- ria?
JB: Yo creo que lo queer fue una forma de llevar a cabo un cierto tipo de alianza. Cuando la perspectiva queer adquirió importancia Eve Sedgwick dijo, “Somos anti homofóbicos, pensamos que debe haber educación sobre el SIDA...”. Era a principios de los noventa. “Pensamos que los tratamientos del VIH y el SIDA debieran estar al alcance de todos. Estamos en contra de las grandes corporaciones que están explotando esta enfermedad. Estamos en contra de los medios que tratan a esta enfermedad como un problema vergonzoso y hacemos alianza con trabaja- dores sexuales y con otros que contraen el SIDA a través del uso de jeringas y otras minorías sexuales que sufren estigmatización. No importa quién seas. No importa si eres hetero, si eres gay, si eres bi... con quién te acuestes, con quién sueñes... No vamos a vigilar tu identidad... si tú estás de acuerdo con nuestros objetivos, y si quieres ser parte de un movimiento que está luchando por la dignidad, la libertad, la igualdad y la justicia de todas las minorías que sufren de esta forma, entonces, te invitamos”.
La alianza queer fue una manera de resistir la vigilancia policial de la identidad. Pero, me parece que la pregunta clave es cómo vas a producir una alianza. Porque no vas a producir una alianza si tú solo interactúas con gente que es exactamente igual a ti. ¿No es cierto? En vez de pelear de forma estrictamente identitaria sobre quiénes somos, nosotros vamos a participar en acciones, en proyectos, en prácticas políticas, en alianzas en las cuales se asume que somos distintos los unos de los otros. Y no solo vamos a aceptar nuestras diferencias, sino que estas van a ser una fuente de fortaleza.

SF: Gracias. Hoy en Chile existe una situación en la cual el estado está persiguiendo las acciones políticas, rebeliones, del pueblo Mapuche. A veces quebrantan las leyes de propiedad, sin dañar a las personas físicamente. Son alrededor de un millón de acuerdo al último censo, pero probablemente sean más. El Estado chile- no alineó sus leyes terroristas con el Patriot Act. Los Ministros del Interior de muchos países, incluyendo Chile, se juntaron con Condoleeza Rice y se pusieron de acuerdo.
JB: Entonces, ¿los Mapuche son todos potenciales terroristas?
SF: No, no potenciales...
JB: Reales... 
SF: Los que han sido perseguidos, lo han sido por estas leyes terroristas. En la mayoría se trata de acciones de tipo ecológico, usando moto-cierras y similares en contra de las grandes corpo- raciones. Pero, se los declara terroristas. Hay algunos que han sido sentenciados a más de veinte años en la cárcel. Tú sabes, se les quita la ciudadanía, pierden sus derechos. Porque, como ex terroristas, tú pierdes derechos. En este sentido, ¿cómo funcio- naría una alianza queer? ¿Acaso la articulación de una alianza como esta sería a través de lo sexual y el deseo?
JB: A lo mejor el punto está en no basar una alianza queer en la sexualidad. A lo mejor la alianza queer es de hecho una alianza de lo anormativo, desde afuera de la idea normativa de la nación, de los que sufren a raíz de sus marginaciones. Es por esto que uno ve grupos queer en el Reino Unido trabajando con inmigrantes indocumentados, grupos queer en Alemania participando en el movimiento anticapitalista. Queer no quiere decir que tenga que tratarse de sexualidad. En algunos casos, la sexualidad hace que uno sea una minoría o un tipo de persona excluida, o un tipo de ser abyecto o ininteligible. Produce una alianza entre todos los que no son considerados como seres humanos que merecen tener derechos equitativos. Yo pienso que se trata de una manera de vincular comunidades minoritarias y comunidades de excluidos.
SF: Esto está muy bien, gracias. Hay una inquietud respecto a la palabra queer... A nivel local tenemos diferentes traducciones. Un colega, Juan Pablo Sutherland, usa la palabra “marica”, en vez de queer. También tenemos la palabra “loco” o “loca”, “tortillera”. Pero no es lo mismo, porque las palabras tienen su historia...
JB: Sí.
SF: Qué piensas respecto a la traducción de queer?
JB: Bueno, a veces la traducción es útil, a veces no lo es. No es mi idea que todos deban aceptar “queer”, yo no creo que eso sea cierto. Si no, estaríamos promoviendo la idea de lo queer como un momento de imperialismo cultural. Y a veces esto sí ocurre, así que hay que tener mucho cuidado. O la traducción funciona, o no. Debiera de entrar en un tipo de conversación con “marica”, u otros términos, y trabajar juntos. Pudiera haber antagonismo. Pero, en cualquier alianza, en cualquier alianza seria, van a haber antagonismos. Y es importante preservarlos, si no estaríamos aplicando un criterio unitario, lo cual siempre es peligroso.
SF: Gracias. En tu opinión y en relación con el matrimonio gay y lésbicos, ¿qué riesgos vislumbras cuando se asume una identidad, tomando en cuenta las negociaciones que tienen lugar con la hegemonía?
JB: Hay una forma de luchar por la igualdad frente al matrimonio, donde se podría argumentar que el matrimonio es una institución que debiera estar igualmente disponible para todos los individuos, no importando su orientación sexual. Eso es muy distinto a argumentar que el matrimonio gay es una realidad muy específica, y que queremos reconocimiento del matrimonio gay. Creo que se trata de dos temas distintos. Pienso que es muy importante que haya leyes de matrimonio no discriminatorias... Yo no sé por qué el matrimonio es solo entre dos personas. Digamos que dos personas cualquieras pueden casarse, si así lo desean, no importando su orientación sexual. Pero, yo no sé por qué son dos. O sea, ¿por qué no son tres? Yo no sé. No soy una persona muy fanática del matrimonio.
Por otro lado, creo que es extremadamente importante criticar ciertas versiones del matrimonio, porque hay muchos tipos de hogares. Hay muchas formas de formar y sustentar hogares. No siempre están basados en el matrimonio. Hay muchas formas de filiación que no dependen del matrimonio como centro. Entonces, si queremos que haya reconocimiento legal y político para todo tipo de asociaciones íntimas, para diversas formas de filiación o diversas formas de hogar, pienso que hay que preguntarse si acaso luchar por el derecho al matrimonio es la mejor manera de lograrlo.
SF: Última pregunta. En Chile la globalización y el neoliberalis- mo, han creado un medio donde la identidad es formada por el mercado. La homosexualidad y lo queer pueden convertirse en productos de consumo, sin resistencia crítica...
JB: Bueno, este es el momento en el que hay que tener clara la importancia de hacer una distinción entre lograr una visibilidad cultural en términos del mercado –“Yo existo porque alguien me quiere vender una... (risas) cámara de video. Estoy siendo reconocida por SONY!”—¿Me sigues?— “Aquí está mi tarjeta de crédito. Muchas gracias”— y participar en un política queer que reflexiona acerca de cómo se producen las desigualdades estruc- turales a través de nuevas formas de capitalismo, y cómo las racionalidades neoliberales están al mismo tiempo extendiendo el mercado a la vez que lo invisibilizan. Me parece que debemos ejercer el ser queer críticamente. No podemos simplemente cele-brar nuestras identidades dentro de los términos que prevale-cen en el mercado. Es necesario hacer una crítica del mercado. A mí siempre me ha parecido que para que queer fuera importante entonces tenía que ser una práctica crítica. Ser críticamente queer. Así se llama uno de mis primeros ensayos, de cuando comencé a escribir.
SF: Muchas gracias. 

JB: Muy bien. ¡Gracias (en español)!


Notas
1 Agradecemos especialmente a Lorena Salas su cuidadosa y opor- tuna transcripción, a Rodrigo Robles y Alexander Heller de “La Pala” por la grabación audiovisual, la fotografía y el sonido y a Judith Butler por la revisión del texto en español.

2 El libro al que se refiere se llama Ethics in Dispersion: Jewishness and the Critique of Zionism.

3 Al preguntarle si podía profundizar en este tema después de la entrevista, precisa Judith Butler: “No estuve literalmente en una lista negra, pero la persona que cuestionó mis credenciales y dañó mi reputación, llamó a mis empleadores cuando supo que me estaban considerando [para los trabajos]. Los rumores y el daño fueron aplastadores, por lo que por unos años tuve que dejar de postular trabajos en filosofía. Eventualmente, fui contra- tada en programas interdisciplinarios, lo que al final resultó ser mucho mejor. No me arrepiento, pero ninguna persona debiera tener que sufrir este tipo de discriminación.”

4 Junto con El género en disputa en 1990, se publican los siguientes libros:
The epistemology of the closet de Eve Kosofsky Sedgwick, los dos libros de Halperín Before Sexuality: The Construction of Erotic Ex- perience in the Ancient Greek World y One Hundred Years of Homose- xuality and other essays on Greek Love. En 1987 se tradujo al inglés Technologies of gender de Teresa de Lauretis.


Esta entrevista fue realizada por Soledad Salabella y Manuel Durán y publicada en REVISTA NOMADÍAS Julio 2011.

martes

"La fuerte atracción de la ruptura" por Beatriz Preciado

¿Existe algo, un lugar, entre la pareja y su ruptura? ¿Es posible amar más allá de las convenciones? ¿Amar más allá de la crisis y fuera de la pareja? ¿Cómo crear contra-rituales? ¿Y quiénes seremos si corremos el riesgo de otro performativo?
Beatriz Preciado
Después de años hablando de la performatividad del lenguaje, citando a Walter Benjamin, a John Austin, a Jacques Derrida, a Judith Butler, experimento la "fuerza performativa" como una llama ardiendo que encuentra una piel. Desde que escribí la última crónica sobre la estadística y la ruptura, mi vida se ha convertido en un efecto performativo.

El día que se publica la crónica no soy ni siquiera capaz de abrir el periódico. Leo los titulares como si se dirigieran directamente a nosotros: "Israel-Hamas. ¿Podemos juzgar la guerra?". La tregua no ha sido respetada en Gaza. Los combates han vuelto a empezar, los dos bandos se acusan mutuamente de violación del derecho internacional. Ella me acusa de exhibicionismo, de querer exponer sobre la plaza pública una crisis de pareja. Nuestros amigos, los mismos que me habían dicho que una carta de amor haría volver a cualquiera, me escriben ahora para decirme que, esta vez, quizás he ido demasiado lejos. El artículo, traducido en varias lenguas por internautas anónimos, viaja por todas las terminales cibernéticas a la velocidad de la 4G. Aunque soy Faceless, en las redes sociales los comentarios se multiplican: "Ya era hora", "Se lo merecían".

Sufro del performativo. Me avergüenzo de amar. Me avergüenzo de no haber sabido hacerlo. Me avergüenzo de mi escritura. Me avergüenzo del ajuste entre mi vida y la escritura. Me avergüenzo de la distancia entre la vida y la escritura. Frente al lenguaje, soy vulnerable. Entiendo ahora que nuestras historias de amor no nos pertenecen. Pronuncié la palabra ruptura como un supersticioso saca un paraguas para conjurar la lluvia. Deseaba entonces que nuestra pareja formara parte del magnífico 12 %. Ese 12 % de parejas que logran superar una crisis. Pero una vez que la palabra ruptura había sido pronunciada, como en un ritual de chamanismo periodístico, la ruptura había tenido lugar.

La teoría queer, fórmula punk inventada por Teresa de Lauretis en 1990 (teoría de los anormales, saber de los desviados, algo así como decir: teoría de la locura hecha por los locos para denunciar el horror de la civilización de la salud), no sólo fue el resultado de la lectura feminista de la Historia de la sexualidad de Foucault, sino también de un “giro pragmatista” en la comprensión de la producción de las identidades de género. En 1954, el lingüista John Austin afirma que existe una diferencia entre los enunciados constatativos y los performativos. Los primeros describen la realidad. Los segundos buscan transformarla. Con los performativos el lenguaje se convierte en acción. “Hoy llueve” enuncia un hecho, “Os declaro marido y mujer” produce un cierto número de efectos en lo real.


Derrida desconfía de la buena conciencia de Austin y postula, leyendo Benjamin, que el éxito del performativo no depende de un poder trascendente del lenguaje (una suerte de voz divina que declara “Que se haga la luz”) sino de la simple repetición de un ritual social que, legitimado por el poder, esconde su historicidad. De un teatro en el que las palabras y los personajes están determinados por la convención. La fuerza del performativo resulta de la imposición violenta de una norma a la que hemos preferido llamar naturaleza para evitar confrontarnos con la reorganización de las relaciones sociales de poder que un cambio de convenciones implicaría. El debate acerca del matrimonio homosexual era en realidad una guerra por el control de la fuerza performativa. “Os declaro…”: ¿pero quién declara y para qué? ¿Quién tiene el poder de decidir a quién puede aplicarse este vigoroso performativo? ¿Cuál es la violencia que repetimos cuando aceptamos el “os declaro”? ¿Podemos distribuir esta fuerza de otro modo, limitar esta violencia? Butler va todavía más lejos al pensar los enunciados de identidad (de género, pero también sexuales, o raciales, “hombre”, “mujer”, “homosexual”, “negro”, etc.) como performativos que se hacen pasar por constatativos, palabras que producen lo que pretenden describir, interpelaciones que toman la forma de representaciones científicas, órdenes que se presentan como si se tratara de retratos etnográficos.


Para el subalterno, hablar no es simplemente resistir a la violencia del performativo hegemónico. Es sobre todo imaginar teatros disidentes en los que sea posible producir otra fuerza performativa. Inventar una nueva escena de la enunciación, diría Jacques Rancière. Des-identificarse para reconstruir una subjetividad que el performativo dominante ha herido. ¿Existe algo, un lugar, entre la pareja y su ruptura? ¿Es posible amar más allá de las convenciones? ¿Amar más allá de la crisis y fuera de la pareja? ¿Cómo crear contra-rituales? ¿Y quiénes seremos si corremos el riesgo de otro performativo?





Forte d'atracction de la rupture", publicado en Libération el 29 de agosto de 2014. 
*Texto traducido por PAROLE DE QUEER & Elsa Maury

Más artículos publicados por Beatriz Preciado en el periódico Liberátion:
"Marcos for ever", publicado el 6 de junio de 2014.
"Feminismo amnésico", publicado el 9 de mayo de 2014.
"Candy Crush Rehab", publicado el 28 de Octubre de 2013.
"Procreación políticamente asistida" publicado el 27 de setiembre de 2013.
"Homosexualidad, transexualidad...estamos por todas partes", publicado el 14 de febrero de 2013.
"Nosotrxs decimos revolución", publicado el 20 de marzo de 2013.
"¿Quién defiende al niño queer?" publicado el 14 de Enero de 2013.

lunes

CANDY CRUSH REHAB por Beatriz Preciado

"Las aplicaciones descargables de Facebook, Google Play o Appel Store son los nuevos operadores de la subjetividad...Si René Schérer nos enseñó que las disciplinas pedagógicas desarrolladas durante la modernidad, sirvieron para poner la mano masturbadora a escribir y a trabajar; comprendamos en lo sucesivo que las nuevas disciplinas digitales ponen la mano "fordista" que escribe y trabaja a masturbar la pantalla del capitalismo cognitivo".
Beatriz Preciado
La Asociacion americana de psiquiatría ( que no es, por otro lado, un congreso de santos) reclamaba hace unos días que el fenómeno Candy Crush Saga (cuyo número de adictos aumenta cada día), sea reconocido como una epidemia nacional y que en su lugar se ponga una "unidad" virtual de desintoxicación. 
Lanzada por la empresa británica King en el 2012, Candy Crush es ( junto con su equivalente oriental Puzzle and Dragons) la aplicación más descargada del mundo. Cuenta con 80 millones de usuarios y proporciona, al día, unos 700.000 euros de beneficios. Los analistas de videojuegos se preguntan: ¿como es posible que una aplicación tan tonta, a base de caramelos multicolores flotantes, haya podido sobrepasar los juegos mas sofisticados desarrollados durante años por los programadores de Nintendo? 
Pero la clave del éxito de Candy Crush reside justamente en sus defectos : su carácter infantil e inofensivo (no hay ni violencia ni sexo), el eterno comienzo (hasta 410 niveles), así como la ausencia de contenidos culturales específicos que puedan suscitar adhesión o rechazo. Castidad, idiotez y gratuidad son las condiciones que posibilitan la globalización de la adicción. 
Candy Crush es una disciplina del alma, una prisión inmaterial que propone una estricta temporalización del deseo y de la acción. El juego se dirige a un sujeto genérico despojado de sus defensas sociales secundarias (puede ser que esto explicase el porqué la mayoría de los jugadores son eso que socialmente llamamos "mujeres"): el juego establece un circuito cerrado entre el cerebro límbico ­donde se genera la memoria afectiva­, la mano y la pantalla. Candy Crush no es un juego de aprendizaje que ejercite la habilidad del jugador para mejorar. Es un simple juego de azar instalado en uno de nuestros tecno­-órganos externos más accesibles e íntimos: el teléfono móvil.  
Unas Vegas en la palma de tu mano. 
El objetivo de Candy Crush no es enseñar cualquier cosa al usuario, sino más bien capturar la totalidad de sus capacidades cognitivas durante un tiempo dado y apropiarse de sus recursos libidinosos, haciendo de la pantalla una superficie masturbatoria subrogada. Con Candy Crush, el jugador nunca gana nada cuando acaba un nivel, es la pantalla quien "orgasmea". 
Por otro lado, Cany Crush pone en cuestión la relación entre la libertad y la gratuidad defendida por los partidarios de la piratería: la nueva estrategia de colonización del mundo virtual pasa por la creación de un juego tan simple que se puede ofrecer gratuitamente, consiguiendo que el jugador potencial pase el mayor número de horas conectado. Una vez que el juego está implantado en las costumbres vitales del usuario, comienza el juego mismo y los gastos (vidas suplementarias y "boosters") que son los que producen beneficios.  
El jugador de Candy Crush administra multitud de pantallas: a menudo está situado físicamente frente a una pantalla de ordenador o de televisión que no funciona como marco visual principal, sino más bien como fondo y periferia, ya que al mismo tiempo mantiene un ir y venir incesante entre Facebook,Yahoo, Twitter, Instagram. ..El casto trabajador tecno­-masturbador es como un guardagujas virtual encerrado en una torre de control quijotesca desde la cual actualiza el juego  con una mano mientras que con la otra ordena hileras de caramelos. 
Las aplicaciones descargables de Facebook, Google Play o Appel Store son los nuevos operadores de la subjetividad. Seamos conscientes de que cuando descargamos una aplicación, no la instalamos simplemente en el móvil, sino directamente en el aparato cognitivo. Si René Schérer nos enseñó que las disciplinas pedagógicas desarrolladas durante la modernidad, sirvieron para poner la mano masturbadora a escribir y a trabajar; comprendamos en lo sucesivo que las nuevas disciplinas digitales ponen la mano "fordista" que escribe y trabaja a masturbar la pantalla del capitalismo cognitivo. 

“Candy Crush Rehab", publicado en Libération el 25 de octubre de 2013. 
*Texto traducido por PAROLE DE QUEER & NEVENKA RUBIO


Más artículos publicados por Beatriz Preciado en el periódico Liberátion:
"La estadística es más fuerte que el amor", publicado el 5 de agosto de 2014.
"Marcos for ever", publicado el 6 de junio de 2014.
"Feminismo amnésico", publicado el 9 de mayo de 2014.
"Procreación políticamente asistida" publicado el 27 de setiembre de 2013.
"Nosotrxs decimos revolución", publicado el 20 de marzo de 2013.
"¿Quién defiende al niño queer?" publicado el 14 de Enero de 2013.

domingo

Entrevista a Sayak Valencia autorx de Adrift’s book

"Construyo una transnovela cuya meta es una negrísima, urgente y poco convencional reflexión sobre el género.


Sayak Valencia autorx de Adrift's book

-Estimada Sayak, ante todo felicitarte por tu último libro Adrift's Book, una “novela” llena de guiños sutiles y con un guión complejo en su ejecución, a la vez que muy brillante en su desarrollo. ¿Podríamos hablar de este ejemplar como un libro de poesía?
En primera instancia agradezco vuestro interés en mi trabajo. Respecto a su pregunta me resulta especialmente estimulante que haya entrecomillado la palabra novela para preguntar después si el Adrif´s Book es un libro de poesía. Justamente este titubeo, esta puesta en cuestión de los géneros literarios era uno de mis intereses al escribir esta novela con formato que oscila entre la poesía, el aforismo y la narrativa. Mi trabajo tanto como escritora y performer está constantemente cuestionando las nociones dicotómicas del género en todos sus aspectos,  por ello en este libro buscaba que el contenido y la forma fuera casi especulares: contenido y continente conforman una artefacto narrativo complejo, es decir, esa dificultad para encasillar al libro en un sólo género era precisamente uno de mis objetivos puesto que mi escritura trabaja bajo los presupuestos de la teoría queer y el terrorismo de género(s).
-Sayak, adónde quieres llevar al lector cuando, nosotrxs como lectorxs, nos topamos ante un libro que en su “pre-inicio” lanza una especie de bomba desoladora y lapidante que dice: This Book is not here.
Mi trabajo es para aquellos a quienes les gusta el riesgo. Yo quiero retar al lector pero no desde la desolación sino desde la posibilidad de inventarse una novela a partir de unas pistas, lo invito a jugar, a crear una permutación, pues considero que la escritura es siempre un reto para quien la lee. Es mentira que la palabra casa signifique solamente casa, por ello, pongo al lector en el papel de funambulista que no sabe en que momento se le terminará la cuerda para seguir andando.
-Antes he mencionado “pre-inicio” porque este libro, es como si siempre estuviera iniciándose. Prueba de ello es el nombre de sus capítulos: Contra-inicio, Primer inicio, Segundo inicio. No sólo se (re)inicia cada vez, en cada capítulo, sino que también en cada página e incluso en su final. Sentimos curiosidad, Sayak, de saber cómo es el proceso creativo de Sayak Valencia ante un libro como éste.
El proceso creativo de mi trabajo narrativo o poético es tremendamente filosófico, pienso mucho cada libro, me gusta crear máquinas lingüísticas, pensar las posibles lecturas, hay un trabajo que lleva mucho tiempo, además busco que los textos sean siempre tremendamente plásticos. Mis influencias más grandes a la hora de escribir vienen de las técnicas cinematográficas y de la filosofía.
-Estamos ante un libro de incógnitas y silencios enjaulados en 4´33”. Un texto que late en su comienzo con la necesidad que tiene un detective de descubrir el asesinato de una mujer, La Muerta. ¿Qué hay en tu libro de novela negra?
Mi libro es una novela trans que hace una parodia del género noir, es decir, tomo los elementos más representativos de la novela negra y los desarmo en cuanto a clichés, los llevo a los parajes del cuerpo atravesado por los discursos que lo patologizan. Construyo una transnovela cuya meta es una negrísima, urgente y poco convencional reflexión sobre el género.

Foto:Aristas Martinez Ediciones
-Sayak, en este libro haces un elenco de personajes sin identidad: La Muerta, La Mujer de los Detalles, La Mujer de las Botas, etc. ¿Quiénes son todas estas mujeres? ¿Estamos ante una investigación de género?
Los personajes tienen nombres-función y esto responde a como la sociedad del hiperconsumo nos patologiza, nos despersonaliza, pero también a mi resistencia crítica frente al concepto de identidad. Siempre me he preguntado: ¿ser idéntico a qué?, la identidad no existe como tal, sino que lo que llamamos identidad  son procesos de producción de la subjetividad de las distintas máquinas de control (social, económica, política, cultural, etc). No confío en las etiquetas identitarias, en lugar de eso concibo a mis personajes como flujos de los procesos antes mencionados que se diferencian de ellos a través de un proceso de singularización/mutación.
-Me gustaría que me hablaras de los personajes de este libro y qué importancia tiene el color en sus vidas; si tuvieras que identificarte con algunx, ¿cuál sería un posible alter-ego de Sayak Valencia?
El color es uno de lo de los pilares de este trabajo. Es una especie de hilo conductor para descifrar los enigmas de la novela, sin embargo, cuando me refiero a color me refiero específicamente al rojo y al azul y a la combinación de ambos: índigo. Me interesaba usar estos colores para explorar desde otro sitio la forma en que concebimos la dicotomía de género: masculino y femenino. Estos dos colores están demasiado cargados de atribuciones de género. Sin embargo, conocemos muy poco de la historia de los colores y sus usos y funciones sociales durante épocas pasadas. La gente piensa que el azul y el rosa (la variación más tenue del rojo) son sinónimos de masculino y femenino  pero esto no fue así hasta principios del siglo XX, antes de eso el azul era el color de lo femenino y el rojo el color de lo masculino (el rosa era el color de los niños varones pues equivalía al “pequeño rojo”). El índigo, que es una tonalidad azul casi morada equivaldría en el Adrift´s Book a los trans, al feminismo, a todos aquellos procesos de minorización sexual, racial y de género que exceden los límites de la dicotomía azul/rojo(rosa).
Foto:Aristas Martinez Ediciones
-Tu libro está repleto de “susurros” de Gertrude Stein. Sayak, ¿por qué Stein y no Otra en el subconsciente del Detective?
Obviamente todxs lxs escritorxs tenemos autorxs que nos han impresionado más que el resto, en mi caso Gertrude Stein es una de mis autoras favoritas, es una genia, se adelantó a su época escrituralmente hablando y sobretodo es una kamikaze, alguien que toma el riego como poética,  escribir bajo la posibilidad de  no ser entendido y aún así no claudicar, poner constantemente un reto sobre  lxs lectores.
-No pretendo “desvelar” el final de tu libro pero sí preguntarte si  lo que escribiste en tu primer libro “Jueves Fausto” y que te expongo aquí: “No hay finales, Foucault tenía razón, los límites son arbitrarios, la Historia no se corta (al antojo) como pedazos de carne”. ¿Seguiría vigente este planteamiento en el desarrollo de Adrift´s Book?
En efecto, dicho planteamiento sería vigente para el Adrift´s Book, pero sobre todo me ha gustado que hayas traído al tema otro de mis libros. De alguna manera encontraste el guiño. En mis 4 libros hay guiños que prefiguran al siguiente. De hecho, en todos mis libros aparece alguna frase o idea que pertenece al libro anterior. Es un juego interno; pistas para aquellxs lectorxs que hayan leído lxs 4 libros. Esas pistas son como un hilo invisible que conectan a toda mi obra.
-Sayak, corrígeme si me equivoco, pero nosotrxs lxs lectorxs estamos ante un libro-matrioska que incita a profundizar en su diversos estratos de lecturas. Adrift´s Book es un libro dentro de otro libro, no sólo desde el punto de vista del Detective, sino también, para cada unx de los lectorxs que contribuyen a su construcción. ¿Podríamos hablar del lector como un guionista en potencia?
Es cierto que dentro del libro hay una espacie de “puesta en abismo”, pero no puedo afirma que es un libro Matrioska ya que de hacerlo estaría dirigiendo y cerrando la lectura para quienes aún no lo han leído. Prefiero pensar que el Adrift´s Book, es una investigación salvaje con rumbo desconocido y que cada lector/x, debe encontrar las pistas para descifrar el enigma.

Foto:Aristas Martinez Ediciones
-Para terminar preguntarte por tus próximos proyectos
En estos momentos me encuentro en el proceso de investigación y documentación para escribir un libro de ensayos sobre masculinidades (Masculinidad en varones, masculinidad femenina, F-M, M-F, Butchness, Muxes, entre otrxs)  que llevará por título: “El azul es un material inestable” y el cual inicio justo con una revisión y un análisis histórico del azul.

Muchas gracias Sayak, un placer dialogar contigo. Recibe un saludo.
Gracias a vosotrxs y os envío un gran abrazo.

Entrevista realizada por la artista Luisa Pastor para Alondrallibres.


miércoles

"LA ESTADÍSTICA, ES MÁS FUERTE QUE EL AMOR" por PAUL B. PRECIADO


Paul B. Preciado


Existe un estudio anual sobre "ruptura de parejas" (1). Una estadística que mide la catástrofe. O la liberación. Que computa el entusiasmo o el estancamiento. Que mide el dolor. El caos y la reorganización del mundo afectivo.Dependiendo de los años en pareja, la edad y el sexo, el salario, el numero de hijos en común, el tiempo transcurrido desde que hemos dejado el domicilio familiar, la profesión, los lugares de nacimiento y de residencia, las edades respectivas en la finalización de los estudios, el estatus jurídico (casados, parejas de hecho, convivencia, domicilios separados) y el PIB anual, es posible determinar cuales son las probabilidades de que continúe o se derrumbe una pareja. Todo esta aquí, vuestra futura ruptura está escrita en esta estadística, mas fácil de leer que los surcos en las líneas de la mano.

sábado

¿QUIÉN DEFIENDE AL NIÑO QUEER? por PAUL B. PRECIADO


Paul B. Preciado

Los católicos, judíos y musulmanes integristas, los copeístas* desinhibidos, los psicoanalistas edípicos, los socialistas naturalistas à la Jospin, los izquierdistas heteronormativos y el rebaño creciente de los modernos reaccionarios, estuvieron de acuerdo este domingo en hacer del derecho del niño a tener un padre y una madre el argumento central que justifica la limitación de los derechos de los homosexuales. Se trató de su día de salida, la gigantesca salida del clóset de los hererócratas. Ellos defienden una ideología naturalista y religiosa cuyos principios conocemos. Su hegemonía heterosexual ha reposado siempre sobre el derecho de oprimir a las minorías sexuales y de género. Se tiene la costumbre de verlos blandir un hacha. Lo que es problemático es que fuerzan a los niños a portar esa hacha patriarcal.

jueves

"Confesiones sentimentales de la Doctora Ziga:experta en putología y perróloga"

OUIJA QUEER por ITZIAR ZIGA
Las raritas tendemos a identificarnos con seres sobrenaturales, no censados, quiméricos, aberrantes, amenazadores, fugitivos de todas las normas que gobiernan esta dimensión heteropatriarcal que nos asfixia, invencibles. Pero, ¿se sumarían a nuestra horda transfeminista o su marginalidad no entraña conciencia política ni compartimos el mismo enemigo? Vampiresas, zombies, alienígenas, brujas, robots, poltergeist, muñecas diabólicas, replicantes, lamiak, amazonas siderales,… 
Buscar una vena rebosante, perforar, sorber como si de un granizado de limón en medio del desierto se tratara, contagiar, deliciosa promiscuidad, toda una noche eterna de fiesta en cualquier mansión abandonada y maldita, con ese look tan gótico, tan marica, tan polvoriento, el púrpura tatuado bajo los ojos, el terror al sol,… No digas que fue un sueño.
Lo de las zombies lo llevo peor, aunque jamás negaría su posibilidad. Tampoco me gusta que lo hagan con la mía. He creído ver alguna los martes, a veces en el espejo. Pero no parecen felices, ni cuando devoran cerebros. Aunque nunca nos muestran sus no-vidas mientras descansan de cazar humanos. Igual conspiran y hacen esas pintadas que alguna vez he leído en un muro: ¡Cómete a los ricos! 
¿Fantasmas, ánimas en pena, espíritus? Depende de quienes. Graciana de Barrenetxea, Olympe de Gouges, Mae West,… ¡bienvenidas! Deben seguir de muy mala leche después de todo lo que les hicieron. Y podrían revelarnos las flaquezas del enemigo: han tenido tiempo para observarlo.
¿Alienígenas? si se paran a mirar este planeta medio segundo, se ponen de nuestra parte. Fijo. ¿Replicantas y robots? Su destino siempre es rebelarse contra sus creadores, la ciencia y el ejército. Contaremos con su alianza. ¿Qué decir de Satana? Debe adorarnos.
La tendencia aprendida a creer que “las otras” no han desarrollado conciencia y a no reconocernos en sus luchas, es uno de los dispositivos de domesticación patriarcal más eficaces. ¿Y si empezamos a dar por hecho que sí, que siempre y en todas las dimensiones hay células de gozosa resistencia? 
Cual monstrua empiezo a sentirme más empoderada en las tinieblas. 
Artículo de Itziar Ziga publicado en el Parole de queer 5.
Diseño de la revista por Nac Scratchs.


Artículo de Itziar Ziga para el Parole de queer 5
Otros artículos de Itziar Ziga para Parole de queer: "Queer es compartir" y "Gran surtido en géneros", "Las personas y el resto" y "Estábamos tan cachondas y eramos tan monas"
Itziar Ziga es periodistx y autorx de Devenir perraUn zulo propioGlamur i resistència y Sexual herria y escribe habitualmente en Hasta la limusina siempre.