El retroceso de libertades en la Turquía actual, que se saldó con un montón de golpes y agresiones policiales en la última marcha del orgullo gay, ha interceptado la imparable y contagiosa “Un violador en un tu camino” o “El violador eres tú”. Una canción y una coreografía que ha atravesado fronteras de Chile (y el colectivo “Las tesis” del que surgió) a otros muchos países y lugares, incluido el Líbano o Francia. Pero el Estambul del dictador Erdogán, ha supuesto el primer bache real y simbólico a una pegadiza coreografía política contra la violencia sexista y la violencia en general.
Si el fundamentalismo católico va mostrando sus garras en la España de Vox, el más fiero fundamentalismo musulmán vuelve a hacer de las suyas de mano de uno de sus más fieles y poderosos defensores el dictador Erdogán, un tirano en el camino. Sin entrar en cuestiones como la libertad del pueblo kurdo o el sexismo que se ha infiltrado en las venas de la Turquía de nuestros días, tras importantes avances no deja de ser significativo que la reivindicativa marcha de las mujeres airadas haya sido objeto de ataques policiales e insultos machistas precisamente en Estambul otrora perspectiva de diversidad sexual en la zona.
La coreografía y, sobre todo, la letra de “Las tesis” señalando directamente al Estado, la Policía y a los Jueces era demasiado para un régimen autoritario de un islamismo exacerbado. Este tipo de apelaciones performativas tampoco sentarían bien en la Rusia de Putin – famoso por sus ataques al colectivo LGTB y a las mujeres en general- aunque iban dirigidas contra el continuismo asesino del ya dictador Piñera y sus desapariciones de disidentes, violencia sexual en comisaría, asesinatos sin resolver...El camino de la búsqueda de nuevos espacios de libertad ha quedado cercenado en Turquía y otros muchos lugares del mundo, sin ir más lejos en la España del avance de Vox, y solo gritando más alto podemos conseguir detener a la tiranía interpuesta en nuestro camino.