De la mano de Ochodoscuatro ediciones nos llega a nuestro país un imprescindible de la literatura antiespecista, La política sexual de la carne. Una teoría crítica feminista vegetariana de Carol J. Adams. Para ir abriendo boca os dejamos con algunos fragmentos del libro.
Portada de La política sexual de la carne. Una teoría crítica feminista vegetariana. Carol J. Adams. |
"Y cuando la gente me acribillaba, preguntando "¿y qué hay de las personas sin hogar, qué pasa con las mujeres maltratadas?" e insistían en que tenemos que ayudar primero a los seres humanos que sufren, no me despistaba ese estrechamiento asertivo en el activismo compasivo. Sé que el vegetarianismo y el activismo animal, en general, pueden acompañar al activismo social a favor de las personas privadas de sus derechos. También sé que esta cuestión es, en realidad, una respuesta defensiva, un intento de desviar la atención de un tema con el que el interrogador se siente incómodo. Es un intento de tener una ventaja moral. sólo las personas que comen carne plantean esta cuestión. Ninguna defensora de las personas sin hogar que sea vegetariana, ninguna defensora de las mujeres maltratadas que sea vegetariana dudaría jamás de que ambas cuestiones pueden ser abordadas en conjunto. Además, la clave de La política sexual de la carne es que debemos dejar de fragmentar el activismo; no podemos polarizar el sufrimiento humano y el no humano, ya que están relacionados entre sí"
"El patriarcado es un sistema de género que está implícito en las relaciones humanas/ animales. Por otra parte, la construcción de género incluye instrucciones sobre cuáles son los alimentos adecuados. Ser un hombre en nuestra cultura está ligado a identidades que claman o bien repudian lo que los "verdaderos" hombres hacen y no hacen. Los "verdaderos" hombres no comen quiche. No sólo es una cuestión de privilegios, es una cuestión de simbolismo. La hombría está construida en nuestra cultura, en parte, por el acceso al consumo de carne y el control de otros cuerpos"
Bibliotráiler-La política sexual de la carne
"Con este libro y con otros, mi madre me introdujo en el feminismo e hizo el vínculo entre opresiones. La "inocuidad" del sexismo apoya una cultura de seres vivos mercantilizados, seres que no son lo suficientemente buenos tal y como son, sino que se les viste/ exhibe/ desmenbra para satisfacer los caprichos de la clase dominante".
"La interacción entre la opresión física y la dependencia respecto a las metáforas que, a su vez. dependen del referente ausente, indica que nos distanciamos de todo lo que sea diferente igualándolo a algo que previamente ya hemos cosificado. Por ejemplo, la delimitación entre animales y humanos fue invocada durante principios de la Edad Moderna para enfatizar el distanciamiento social. Según Keith Thomas, a los bebés, jóvenes pobres, negros, irlandeses, locos y mujeres se les consideraba bestializados: "Una vez que se les percibía como a bestias, las personas eran susceptibles de ser tratadas en consecuencia. La ética de la dominación humana eliminaba a los animales de la esfera de la conciencia humana. Pero a la vez legitimaba el enfermizo trato que se daba a aquellas humanas que supuestamente, tenían una condición animal".
"Tras ser descuartizadas, las partes del cuerpo fragmentadas son habitualmente renombradas para ocultar el hecho de que una vez fueron animales. Tras la muerte, las vacas se convierten en filetes, costillas y hamburguesas; los cerdos se concierten en jamón, bacon y salchichas. Ya que los objetos son posesiones, no pueden tener posesiones; de este modo, decimos "pata de cordero" y no "la pata de un cordero", "alitas de pollo" y no "las alas de un pollo". Optamos por puntos de referencia menos inquietantes no sólo cambiando los nombres de los animales a carne, si no también cocinándolos, condimentándolos y cubriéndolos con salsas, disfrazando su naturaleza original".
"A esto Emarel Freshelm, una vegetariana de principios del siglo XX, habría contestado: "Si las palabras que dicen la verdad sobre la carne como comida son inapropiadas para nuestros oídos, entonces la carne misma es inapropiada para nuestras bocas".
*La política sexual de la carne. Una teoría crítica feminista vegetariana de Carol J. Adams.
Ochodoscuatro Ediciones
"Desde la cuadrilla de cazadores que conduce potentes coches y acaricia sus armas, hasta la comida familiar en la que la cantidad de carne servida es el baremo utilizado para determinar la calidad de la misma, las conexiones entre los valores patriarcales y la relación que tenemos con los demás animales aparecen, como mínimo, de forma intuitiva. La política sexual de la carne explora esas relaciones entretejiendo puntos de vista del feminismo, el vegetarianismo, la defensa animal y la crítica literaria. En ese recorrido nos muestra el concepto del referente ausente, el ciclo de objetificación, fragmentación y consumo y la superposición de imágenes culturales, y hace una aproximación histórica a las alianzas entre feminismo y vegetarianismo"