Escribir un prólogo me parece de las cosas más
bonitas y complicadas de escribir porque es abrir
un texto de alguien, hablar de él y mostrar la
importancia que tiene intentando no hacer ningún spoiler.
Para mi escribir este prólogo a Paloma es una de las cosas
más bonitas e importantes que me podían pasar. Hablar
de un libro de una personita tan importante para mí como
es Paloma es todo un honor y una responsabilidad, y a la
vez todo muy disca y a ritmo muy lento. Para mi escribir
prólogos y ser disca a ratos es un poco parecido, de
repente te encuentras advirtiendo a la gente de lo que se
viene, de lo que está pasando, ya sea avisar de que el
capitalismo no está funcionando y que todos los cuerpos
son frágiles y vulnerables o que te hable de un texto que
está por venir. La discapacidad y los prólogos te preparan
para la acción, te avisan de que se vienen curvas.