El blues de la invisibilidad. Michele Wallace |
Tras la polémica acogida de su libro “El Macho negro y el mito de la Supermujer” la escritora, ensayista y activista cultural Michele Wallace nos regaló en 1990 uno de los libros más completos, inspirados, cultos y, a su manera, provocativos, sobre diferentes manifestaciones culturales relacionadas con el desarrollo del feminismo negro, haciendo interesantes viajes en el tiempo y en el espacio y trayectos entre distintos tipos de expresión artística y/o política relacionadas con la opresión racial y sexista.
Dividido en diferentes capítulos que constituyen una aproximación caleidoscópica a los debates abiertos en el presente sobre la doble discriminación, la interseccionalidad de las opresiones y el poder de la cultura de masas, Williams comienza narrando su infancia en Harlem donde, a pesar de sus dificultades, se considera una privilegiada al haber podido acceder con facilidad a la narrativa ya mítica de autoras como Alice Walker, Toni Morrison o la ninguneada Zora Nearle Huston- sin traducción castellana- que han servido de referente, junto a otras muchas voces, desde la raza y el feminismo, a varias generaciones de mujeres.
Wallace hace una crítica nada compasiva de películas como “El color púrpura” donde se convierte el poema en prosa lésbico de Lorde en un melodrama sentimental bajo la batuta de Steven Spielberg y donde figuran dos de esas mujeres poderosas como Oprah Winfrey y Whoopi Goldberg que, cada una a su modo, han contribuido a desactivar el eco silenciado de las que abrieron una lucha que nunca fue sencilla ni plácida. Enseguida la autora se introduce en el espacio de la prisión donde la población afroamericana sigue siendo mayoritaria y narra como incluso en el interior de los muros de las cárceles existen formas y talleres de expresión pictórica, ninguneada por el canon académico.
El blues de la invisibilidad. Michele Wallace
Con mejores ojos trata algunos de los filmes de Spike Lee que, sin dejar de estar saturados de algunos tópicos, plantean y cuestionan la masculinidad blanca hegemónica y la posición de la mujer negra como pasiva y objetualizada. Algunos filmes bienintencionados como “Arde Mississippi” o “Bird” no dejan de tener, para la autora, un halo de paternalismo, aunque incluyan temas todavía candentes como el linchamiento, el supremacismo y la invisibilización del el origen y el destino de los negros del Sur.
Williams nos informa sobre la existencia de la coalición arcoíris donde se abordan problemas como los racismos a los nativos indígenas, la lucha contra la “cultura de la violación” y la necesidad, nunca del todo posible, de rescatar el pasado y sus legajos para escribir un futuro más prometedor. En su recorrido figura el momento histórico del asesinato de Martin Luther King, el seguimiento de los panteras negras y la violencia estructural hacia las personas negras marcadas por su sexo o su condición social.
Williams pone el feminismo negro en un terreno de contradicciones, enriquecimiento y contrastes con las teorías marxistas y freudianas surgidas en mayo de 1968, consideradas por algunos autores como una forma de domesticación ilustrada de lo simbólico, en la que la voz de las mujeres negras nunca ha sido una lucha urgente o prioritaria. Wallace se muestra conocedora de todos los secretos de la herencia histórica de un pueblo arrastrado al corazón de los Estados Unidos donde algunas autoras comenzaron a escribir poesía, teatro y novelas sin dejar nunca de lado la tradición oral, un legado que ha sido muchas veces ninguneado por la crítica literaria. Es complejo abarcar la cantidad de referencias a las que Williams hace frente en su reinvención de una cultura feminista negra combativa, eso que ella llama “el agujero negro” donde solo podemos escuchar la voz de algunas privilegiadas.
Reseña por Eduardo Nabal
El blues de la invisibilidad. Teoría feminista negra y cultura popular de Michele Wallace
Editorial Katakrak
El blues de la invisibilidad se publicó por primera vez en 1990 y fue un antes y un después en la historia del feminismo negro. En esta compilación se analiza la experiencia de los negros en los EE. UU. partiendo de Harlem, las voces negras sistemáticamente silenciadas en la política, los medios de comunicación y la cultura. Se repasa el legado de figuras como Zora Neale Hurston, Toni Cade Bambara, Toni Morrison o Alice Walker.
Wallace genera un prisma donde se muestran las tensiones entre raza, género y sociedad en un ensayo que combina el manejo virtuoso de lo literario y el rigor académico. Este es un libro sobre los retos de las culturas subyugadas y es, ya, un clásico del feminismo negro y la crítica cultural.