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AQUÍ ESTÁ LA RESISTENCIA TRANS* por R. LUCAS PLATERO (Prólogo de Una vida "normal" de Dean Spade)

R. Lucas Platero
La transexualidad es cada vez más visible en nuestra sociedad y lo es de una manera distinta, más positiva, que hace tan sólo unas décadas. Cada vez más ámbitos públicos, como pueden ser los medios de comunicación, las políticas o las manifestaciones culturales, dan cabida a referencias sobre la transexualidad, que amplían y a veces son una alternativa a lo que se afirma en los manuales psiquiátricos, los anuncios de contactos o el mundo del espectáculo. Por poner un ejemplo, los medios se hacían eco de las palabras de la actriz Angelina Jolie en los premios Kid’s Choice Awards de 2015, «different is good» —decía refiriéndose a su hijo John, que se convertía en el centro de atención de las revista del corazón. Medios que han recogido la salida del armario trans* de la famosa ex atleta norteamericana Caitlyn Jenner, así como mostraban el éxito de la actriz Laverne Cox, popular por su aparición en la serie de TV Orange is the New Black, por nombrar sólo algunas personas trans*. Sin embargo, esta presencia creciente contrasta con el desconocimiento que tiene la mayoría de la población de las necesidades y problemas cotidianos a los que nos enfrentamos las personas trans* de todas las edades, así como aquellas que no cumplen con las normas de género binarias. Además, si nos fijamos en estas mismas noticias, es frecuente que cuando se habla de Cox o de Jenner se enfatice su belleza, la perfección de sus cuerpos y se señale que «no se les note», subrayando su capacidad para «pasar desapercibido». Esta espectacularización trans* también tiene por contrapartida la ausencia de los cuerpos e identidades menos privilegiadas y normativas, que sólo son concebibles como problemáticos. Este es el caso de la criminalización de la también norteamericana Cece McDonald, una mujer trans* negra que vivió un ataque tránsfobo y racista del que se defendió, motivo por el que fue acusada de asesinato en 2012. Este contraste dibuja dos ámbitos simultáneos y necesariamente conectados: aquellas noticias que presentan una cara amable de una sociedad que exhibe la transexualidad como una muestra de aceptación de la diversidad, y frente a ésta, la ausencia e invisibilidad de otras realidades menos noticiables. Quizás porque aluden a personas trans* que están en una situación de desventaja, en la encrucijada de la clase social, la raza, la diversidad funcional, entre otras vivencias interseccionales.

"Aquí está la resistencia trans" es el prólgo de R Lucas Platero a "Una vida Normal" de Dean Spade


Parece que lo trans* está de moda. La multinacional H&M (con su línea Other Stories) lanzaban recientemente una campaña publicitaria con modelos trans*, que se suman a la trayectoria de modistos como Jean-Paul Gaultier, Marc Jacobs o Jurgen Teller, que presentaron en la pasarela las bellezas andróginas y trans* de Andreja Pejić o Erika Linder, entre otras modelos. Como señalaba recientemente el activista catalán Pol Galofre, esta hipervisibilidad trans* no se corresponde con un cambio en las políticas corporativas de estas empresas para incluir a las personas trans* y ni siquiera mejoran las condiciones laborales de las personas que elaboran la ropa que comercializan.

Lo cierto es que lo trans* está en todo tipo de manifestaciones culturales, más allá de las producciones alternativas que alcanzan ámbitos más mainstream, como son las series de televisión,1 el teatro,2 la literatura o el cine. Estas producciones no siempre son protagonizadas por personas trans* de carne y hueso, sino que a menudo son contadas por quienes creen saber cómo son estas experiencias, marginando la posibilidad de conocer a artistas trans*. Esta mirada crítica es vital para poder poner en perspectiva la importancia de los cambios que suceden. De hecho, el momento actual es un campo de batalla de fuerzas cruzadas, con iniciativas (ya sean más o menos transgresoras, son siempre minoritarias) que se enfrentan a una resistencia para que las cosas sigan como siempre, discriminando a las personas trans* y aquellas que se atreven a romper con las normas de género. Precisamente en el verano de 2015 hemos asistido a un incremento de la violencia vinculada con los roles de género, con una sangría de muertes de mujeres y sus hijos por parte de sus parejas y ex parejas, al tiempo que ataques tránsfobos y homófobos. Esta violencia no ha recibido atención por parte de las instituciones y habitualmente se presenta como hechos aislados, ligados a individuos problemáticos sin entender la importancia del contexto actual y de la interconexión entre estas manifestaciones de violencia.

Este es el contexto clave donde se inscriben los derechos de las personas trans*, en el que surge el libro del profesor y activista trans* Dean Spade, Una vida «normal». Violencia administrativa, políticas trans críticas y los límites del derecho. Publicado originalmente a finales de 2011 en EE.UU., coincide con la promoción de leyes sobre la no discriminación y de delitos de odio en algunos estados, mientras que se produce una importante visibilidad en los medios, como hemos visto. En España, la publicación de Una vida «normal» llega en un momento similar, en el que las personas trans* se están haciendo más visibles en todos los ámbitos de la sociedad, pero con un contexto bastante diferente. Haciendo un repaso rápido e incompleto, Mar Cambrollé y Carla Antonelli son visibles en el ámbito de la política; Bibiana Anderson y Antonia San Juan son ampliamente reconocidas como artistas, al tiempo que en la escena más alternativa, triunfan Viruta FTM y Alicia Ramos. La televisión pública ha producido un documental sobre la infancia y juventud trans*, titulado El sexo sentido (2014), que ha tenido un impacto positivo al difundir y sensibilizar sobre una realidad cambiante, en la que el apoyo de las familias a sus criaturas trans* conforma un movimiento social incipiente. Se publican todo tipo de libros que abordan cuestiones trans*; surgen líneas editoriales trans* como la liderada por Edicions Bellaterra en la que se enmarca este libro; se producen algunos estudios y se celebran eventos culturales con temática trans*. Un buen ejemplo sería como el llamado «Octubre Trans», que enmarca acciones por la despatologización de la transexualidad en grandes ciudades, o el Orgullo Trans celebrado en Sevilla (2015). En Barcelona, la organización Cultura Trans celebra cada junio el Trans-Art Cabaret, aunando activismo y arte… Una presencia trans* que es inconcebible sin tener en cuenta el legado del movimiento trans*. No siempre se recuerda que las personas trans* han estado presentes en los movimientos sociales desde sus inicios, luchando por la «liberación homosexual» y el fin de la ley de peligrosidad y rehabilitación social (1970), los derechos de las trabajadoras sexuales, el acceso a la sanidad y a los tratamientos necesarios, los derechos sexuales y reproductivos… Una aportación clave de este movimiento y que fue considerada una idea radical y utópica, liderada por un puñado de activistas en los años 2000, fue afirmar que la transexualidad no es una enfermedad. En muy poco tiempo esta idea empieza a ser parte del sentido común de una parte creciente de nuestra sociedad, que reclama derechos y cambios de mentalidad.

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AQUÍ ESTÁ LA RESISTENCIA TRANS* por R. LUCAS PLATERO, es el prólogo del libro "Una vida «normal». Violencia administrativa, políticas trans críticas y los límites del derecho" de Dean Spade. Edicions Bellatterra