Los intelectuales siempre han sido una sutil herramienta del poder, precisamente porque su actividad pseudodisidente da al sistema un semblante de pluralismo que en realidad no posee. Una excepción a este servilismo secular de los pensadores es Noam Chomsky, personaje insobornable donde los haya. Sus textos ponen en cuestión tanto a los que elogian las bondades del capitalismo como a los que durante décadas quisieron ignorar las atrocidades del estalinismo.
Cada vez que sale al mercado un libro de Chomsky hay razones para echarse a temblar. Cuando se trata de un libro de lingüística, conmueve los cimientos de la comunidad investigadora con descubrimientos y propuestas siempre nuevas. Cuando se trata de un libro de política, como es el caso, la sociedad civil tiene la oportunidad de conocer los mecanismos de propaganda en que vive inmersa, y los representantes del poder político hacen todo lo posible para que no se difundan sus ideas. De hecho, para las editoriales y los medios de comunicación de los EEUU Chomsky es un individuo que, literalmente, no existe.
Año 501 es un libro que va más allá de lo que se suele entender por política (lo que hacen los políticos), es decir, pone lo político en su lugar: es una obra fundamental para economistas (especialmente recomendable para los amantes del GATT, del FMI, del Banco Mundial y de la macroeconomía), sociólogos, historiadores y periodistas, y sobre todo es un magnífico manual de defensa personal contra la propaganda de los medios de comunicación en temas tan cruciales como la democracia y los presuntos modelos de desarrollo. Por eso no se trata de un libro para especialistas, es un libro para los pueblos, un libro contra el individualismo, un libro que reencuentra el vínculo social que el capitalismo ha roto.
Chomsky se sumerge aquí en las raíces de la historia para extraer de ella lecciones sobre su escritura (quién la escribe, para quién se escribe), y sobre el presente y el futuro del mundo. Remonta quinientos años de relaciones internacionales para desmantelar los discursos que han escrito esa historia, y para encontrar argumentos que den cuenta de la situación mundial de nuestras sociedades actuales. El libro es una apisonadora implacable de datos, citas, fuentes documentales y cifras, hilados de forma amena e inteligente por la fina ironía de Chomsky para explicar la historia de la expansión del capitalismo en el mundo y sus consecuencias: el reparto desigual de la riqueza, la existencia del Tercer Mundo, la lógica interna de las guerras, el control del pensamiento, la carrera de armamento, el uso y el abuso de términos como democracia, desarrollo o derechos humanos, datos precisos sobre la gestión de los países poderosos en estos cinco siglos (EEUU, la URSS, la Unión Europea, Japón) y sobre las atrocidades que han perpetrado para conquistar los mercados mundiales.
Cuando lean las exposiciones que el autor hace sobre las barbaridades que ha cometido y comete la Administración de EEUU en, por ejemplo, Centroamérica, posiblemente pensarán que exagera.
Gran parte de esta charla está basada en gran medida en el libro Year 501 the conquest continues (Año 501 la conquista continúa) de Noam Chomsky pero hay también secciones que pertenecen a otras publicaciones como "Rethinking Camelot" o "World order and its rules," entre otros, o artículos de revistas y periódicos.
Puedo decirles, por experiencia propia, que Chomsky se queda corto. Gracias a una amable invitación de Ignacio Ellacuría y de Ignacio Martín-Baró, viví en El Salvador en 1988, y visité además Guatemala y Nicaragua. Diariamente llegaban a la UCA las noticias y los testimonios de las matanzas que los ejércitos guatemalteco y salvadoreño perpetraban contra la población civil gracias a la financiación, armamento y adiestramiento directos de la CIA. Meses más tarde un batallón de elite del ejército salvadoreño acababa con la vida de los jesuitas españoles (por orden del Ministro de Defensa y con el beneplácito del gobierno de ARENA); este batallón -Atacatl- fue creado, financiado, armado y entrenado por EEUU, y era el orgullo de los asesores militares estadounidenses que vivían -y viven- en El Salvador. Al mismo tiempo, en Nicaragua los "luchadores de la libertad" (la Contra) restauraban la 'democracia' en el país asesinando a miles de niños y mujeres inocentes. La Contra era pagada y dirigida por el gobierno de EEUU, y sus acciones llevaron a Nicaragua a una ruina económica sólo superada por la actual gestión del gobierno de Chamorro (curiosamente, ya no aparece en la prensa mundial ni una noticia sobre la miseria que está padeciendo el pueblo nicaragüense). Todas estas acciones no han impedido que España siga siendo un fiel aliado de EEUU gracias al entusiasmo de Felipe González por este país terrorista.
Noam Chomsky aborda la historia de la invasión de América desde una perspectiva lúcida y minuciosa de arqueólogo, rastreando con textos y documentos de los diversos gobiernos locales las políticas llevadas a cabo en cada país, y sus consecuencias. Pero no sólo se ocupa de América, también la historia de algunos países de Asia es tratada con detalle para desvelar la situación que padecen sus pueblos hoy en día, y cómo el presunto milagro económico de los Dragones Asiáticos está llevando a la miseria a millones de personas y arruinando su medio ambiente de forma irreversible.
Por medio de un amplio sistema de redes de información alernativa en el que están involucradas personas de todo el mundo2, Noam Chomsky tiene acceso a una gran cantidad de datos y textos de incalculable valor para cualquier investigador. Esta riqueza documental incluye documentos internos del Pentágono, la CIA, el FBI y el Congreso de EEUU.
La propuesta del libro es clara: la conquista de nuevos mercados que se inició en 1492 con la invasión de América no ha terminado, ha seguido avanzando implacablemente hasta hoy. Los cambios y transformaciones de las formas de dominio y explotación son el objeto central de este libro; la pérdida de la memoria de estos procesos, también.
El famoso rebuzno del PSOE durante el Quinto Indecentenario "1492, descubrimiento de América, encuentro entre dos mundos, crisol de culturas, fusión enriquecedora para ambos continentes" queda en ridículo ante obras serias de investigación como ésta. No hace falta visitar América Latina para darse cuenta de que aquel encuentro fue más bien un encontronazo, con un balance francamente desigual. No han de extrañarnos revueltas populares como la de Chiapas: sus claves, y la de muchos movimientos sociales del presente, están aquí.
Reseña compartida de Hartza