Bell Hooks. 1996 |
Siempre consideré a Bell Hooks como una de las voces mas suaves del movimiento negro. No conozco toda su obra y no he leído su último libro traducido al castellano: “Enseñar a transgredir”. Carecía del verbo furioso y también de la larga experiencia de gente como Lorde, Alice Walker… y además, su escritura siempre tuvo como objeto el ensayo aunque en ella no estuviera reñido con la poesía.
No obstante Hooks planteaba una y otra vez, cada vez con mayor complejidad, un tema que, aún hoy, sigue en el candelero y es la ruptura del “sujeto mujer” del feminismo clásico. No se encontraba muy a gusto entre los discursos de las feministas blancas de clase media con Betty Friedman a la cabeza y también vió y vivió el sexismo dentro de algunos sectores del movimiento negro.