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Luciana Carrera, Micaela Anzoátegui y Agustina Domínguez |
Introducción
En el presente trabajo nos proponemos llamar la atención sobre la interseccionalidad entre feminismos y antiespecismo, utilizando como recurso algunos pasajes de la literatura feminista/queer. Para ello nos centraremos en dos autoras en particular: Judith Butler y Monique Wittig. La primera desarrolla una concepción según la cual en el marco de la vida humana, hay una asignación político-hegemónica de valor a la vida de ciertas poblaciones humanas, mientras que se reconocen como sacrificables otras, según una distribución diferencial del reconocimiento y del duelo, que hace que algunas muertes sean lamentables y otras no. Por otra parte, Wittig deconstruye la categoría de sexo, afirmando que distinciones como “varón” o “mujer” no tienen un origen biológico sino político, producto de la dominación social de la clase de los varones sobre la clase de las mujeres, una dominación que arroja a estas últimas a un trato de opresión en el cual su trabajo no es remunerado y su producción –la producción de hijos– es apropiada por el opresor, un trato que incluye obligaciones como el coito forzado y la asignación de una residencia y que es legitimado en base a una naturalización de esa distinción política.