lunes

MÁS QUE NUNCA, ¡INSUMISIÓN! por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga

Entre todas las horripilantes noticias sobre la invasión rusa, en esta escalada bélica y propagandística, las voces insumisas quedan acalladas, como siempre. Naturalizamos e invisibilizamos que, a los hombres ucranios entre 18 y 60 años, no se les permita salir del país. No pueden escapar de la guerra porque tienen que ser parte activa de la guerra. Les toca coger las armas, por cojones, quieran o no. Puro patriarcado, vaya. Por supuesto, hablo de todos los identificados como hombres: nos llegan terribles gritos de socorro de mujeres trans atrapadas entre mil fuegos en Ucrania… Todos los Estados europeos están de acuerdo en esto: no hay asilo para los desertores. Para algo son Estados.

Nuestros insumisos de antaño, a la mili obligatoria, al militarismo y al patriarcado, se pronuncian. “Rechazamos la masculinidad forjada en la figura y el mito del guerrero, la colonización patriarcal de nuestras mentes y cuerpos. No queremos convertirnos en seres dañinos y peligrosos, capaces de cometer toda clase de humillaciones y maltratos. No queremos ser cómplices de la violencia sexual contra mujeres de todas las edades, ni del asesinato de personas pequeñas, enfermas o mayores indefensas… Acabar con todas las guerras es acabar con la dictadura del sistema económico capitalista que las provoca y se beneficia de ellas.”

EGHAM Nafarroa

Las feministas nos pronunciamos. "Estoy en la cocina, escucho el sonido de dos balas que han incrustado en un cuerpo (esto lo sé porque el sonido de las balas al aire es muy distinto). Son las 9 pm, estoy indignada porque la suprema corte de justicia ha decidido que el aborto siga siendo penalizado en Baja California. Escucho las balas y entiendo su lógica. Quieren que sigamos pariendo para que esxs niñas sigan engrosando las filas del capitalismo gore. Nosotrxs parimos y ellos nos los matan. ¿Cierto?" Esto lo escribió mi amada filósofa mexicana Sayak Valencia hace once años.


Los maricones, también nos pronunciamos. Como mi amiga La Miquela, en aquella mani de un millón de people en Barcelona contra la invasión de Irak. Así gritaba: “paz en el mundo, guerra en mi culo”.