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UN DÍALOGO SOBRE EL AMOR de EVE KOSOFSKY SEDGWICK. RESEÑA por EDUARDO NABAL

"Un diálogo sobre el amor". Por Eve Kosofsky Segdwick


Después de la publicación y estruendosa acogida de su ya imprescindible “Epistemología del armario”- un clásico para ver con otros ojos la historia de los y las grandes o más afamadas plumas literarias de tiempos pasados-,  a la profesora  y reconocida activista feminista y “queer”  Eve Kosofsky Segdwick  le fue diagnosticado un cáncer de mama, en estado avanzado. La mujer que nos destapó los secretos de los cuentos de Henry James, la  pluma de Willa Cather, el camp nietzchiano, las claves de Proust, las metáforas homoeróticas de Melville, la ambigüedad del canon heterocentrado estaba, ahora, aquejada  de una grave dolencia, que empezó a exponer en algunos de sus artículos.

Una experiencia que ella vivió como  extrema, en la que aspectos como la calvicie, la pérdida de un pecho, la quimioterapia o el seguimiento continuado de su enfermedad le abrieron una puerta de dolor y lucidez a la hora de repensar su propia corporalidad (nunca “ocultó” su gordura) y la relación de ésta con el mundo, lo personal y lo político. La autora se siente mas dañada por el efecto del tratamiento médico que por el propio mal que padece y víctima de una aguda depresión acude a la consulta de Shanon, un psicoanalista poco habitual, con el que se entiende y no se entiende, indagando en los aspectos más íntimos de su personalidad y revitalizando su memoria. Allí comienza su último libro, uno de los más difíciles, duros y experimentales,  donde mezcla la prosa y la poesía, la vivencia inmediata del presente continuo y los recuerdos de como se fue formando como niña, adolescente, joven y mujer, dentro y  fuera de la norma.

Eve Kosofsky Sedgwick, Durham, NC, 1992. Photo: H. A. Sedgwick.

Segdwick no rechaza, aunque también lanza una mirada clarividente e irónica, los intentos del doctor, con el que entabla un diálogo donde se mezclan la furia y la comprensión mutua, el afecto  y el desapego, los postulados de la terapia al uso y hace una atrevida inmersión en el lejano origen de sus fantasías sexuales S/M,  en el miedo al dolor y  la muerte, y en su lugar incierto como académica que, en esta ocasión, se muestra como una narradora intensa y  audaz, que va desde la introspección más descarnada -a través del monólogo interior- al terreno de los haikus japoneses, que le permiten fundir su experiencia en el formato prosaico y las breves composiciones poéticas que salpican todo el libro.

Como profesora y teórica no siempre fue bien acogida por la academia con mayúsculas por sus osados artículos y ensayos algunos de los cuales como “Jane Austen y la niña masturbadora”, incluido en su polémico libro “Tendencies”, sin traducción castellana, causaron un verdadero revuelo en el mundillo universitario anglosajón. La autora cuestiona en sus obras temas como los valores heteropatriarcales de las fiestas navideñas, el generalizado impulso criminal sobre los adolescentes gays y lesbianas al tiempo que desmonta ese limbo de “silencio pactado” en el que se encuentra la obra y la trayectoria de grandes escritores del pasado y el presente.

“Un diálogo sobre el amor” combina los apuntes del psicólogo y los pensamientos cambiantes de la “paciente” que, además, ha vivido de cerca la muerte de su amigo y colega Gary, enfermo  de  Sida durante aquellos mismos días. Una pandemia que, gente como ella, siempre vieron llena de connotaciones políticas y de género, debido a la parsimonia de los poderes fácticos, la avaricia de la industria farmacéutica, la desidia médica y el fantasma del estigma.

La autora rememora los “die-inds” de Act-Up como actos políticos donde se escenificaba y anticipaba el fantasma de la llegada de la muerte ante la dejadez institucional. Hoy, en tiempos de terrible pandemia mundial, también sabemos algo de la gestión para-policial que, en algunos países, se hace de la salud pública, tras priorizar los servicios sanitarios en el ámbito elitista de lo  privado.

Segdwick siempre busca, ya desde sus experimentos literarios con sus alumnos, crear un tejido poético subversivo y una puesta en común de la literatura donde el canon y el clasicismo se ven cuestionados desde una óptica iconoclasta, rebelde y  falta de prejuicios a la hora de aproximarse a los clásicos y de desmontar las máximas establecidas sobre su vida y su obra.

Pero “Un diálogo sobre el amor” es sobre todo un diario rico, electrizante, a ratos lírico y a ratos mordaz, y, a su manera,  estilísticamente innovador, acerca de una enfermedad que se le complica llevándole a las puertas de la desaparición. Pero la autora no cesa de crear, de recordar sus vivencias y su relación ambivalente con sus padres y con otras mujeres, su salida al mundo exterior y la mezcla de timidez e impulsividad que han caracterizado su trayectoria vital.

Sin perder nunca de vista la mirada “torcida” la autora pone en primer término su vivencia tambaleante de una enfermedad terminal, durante la que sigue viajando, dando conferencias, interesada en los problemas de su tiempo y poniendo por escrito sus más íntimas reflexiones, llegando al terreno foucaultiano de “la confesión”. Sin abandonar su cuaderno de viaje la autora incluye inteligentes apuntes sobre el racismo, la homofobia, la violencia y los tabúes más que vigentes en muchas zonas de  su país.  En “A dialogue for love” se mezclan los estilos literarios, los registros del habla, los párrafos en mayúsculas y minúsculas, los versos sueltos y las reflexiones agudas, y  explora sus sentimientos más personales, sus recuerdos traumáticos, las cortapisas del tiempo en el que creció, sin abandonar nunca una enconada batalla por su propia supervivencia y por una comprensión sincera, cálida y lúcida, de sus congéneres, sus recuerdos, sus temores y su trayectoria en  el mundo que le toco vivir.

Segdwick, como a su manera la afroamericana, activista y poeta Audre Lorde (“Diarios del cáncer”)  o Kate Millet,  la la legendaria feminista lesbiana sometida a más de  una traúmática experiencia psiquiátrica (“Viaje al manicomio”, donde denuncia el abuso de los psicofármacos) confía en que su angustiosa experiencia con la enfermedad le abra, también, una ruta de renovada creación literaria, la desterritorialización de las fronteras entre el ensayo y la poesía, la revisión de sus habituales formas de expresión  y un intenso análisis personal y social, a la vez lúdico y estremecedor.  Es aquí donde la experiencia de la dolencia o la enfermedad adquiere un significado colectivo, poniendo en primer término la apatía y las carencias sociales así como el poder incontestado de la clase médica, al servicio de intereses políticos y macro-económicos.


"Un diálogo sobre el amor". Por Eve Kosofsky Segdwick. Edición de María José Bellbell y Orestes Hurtado. Editorial Alpuerto