Foto compartida del blog Orgullo Indignado |
Hecha esta necesaria aclaración para todos aquellos que todavía quieren vernos como un “todo uniforme” voy a hablar de un Macro Evento que se gesta en Madrid para la llamada “comunidad gay” sin contar demasiado la “comunidad gay” en su conjunto, pluralidad y diversidad. El Ayuntamiento de Ahora Madrid, como pudiera haber hecho un gobierno socialdemócrata de cualquier otro signo, se dispone a soltar unos millones en Chueca (¿es eso la comunidad gay?) para, sin pensar demasiado, atraer turismo y hacer de Madrid una ciudad del arco iris unas semanas de Junio y ¿Julio?. No han faltado sus colaboracionistas en el sector asociativo y empresarial más conservador (nada que ver con las corrientes críticas también presentes) que han prometido “dar una buena imagen”, o sea “uniformizar” y “hacer presentable” lo LGTBI para que vean que somos un “país del primer o segundo mundo”.
En fin, sobran los comentarios. Y eso que los ha habido: desde el Presidente de Cogam hablando de que se irá más allá de “maricas locas encima de las carrozas” a otros comentarios más interesantes que se preguntan porque un Ayuntamiento que se autoproclama de izquierdas no hace un evento así de otra manera, sacando el Pride de los círculos habituales, no lo gestiona más que de la forma más previsible y, a priori, rentable. Cuentas blindadas para el empresariado más potente, algunas iniciativas culturales interesantes y más variadas, un Madrid algo más gay-friedly. Seguimos luchando contra molinos de viento. Pero cuando uno vio en la cabecera de la Manifestación Oficial a todos los representantes de los grupos políticos menos el Partido Popular llevando la misma pancarta ya se temía algo así. Nos temíamos lo que, con algunos matices, va a pasar. Un orgullo neoconservador y neoliberal disfrazando las miserias y estragos que ha causado el desbarajuste social en toda la población, incluida aquella LGTBI que, piensen lo que piensen algunos, está muy lejos de concentrarse en Chueca ni en Madrid.
Muchas abandonarán la gran capital huyendo de esta suerte de Eurovisión LGTBI. Las plataformas críticas han pedido el veto a la participación del “gobierno de Israel” y su Pinkwashing pero tampoco han conseguido una respuesta clara por arte de las instituciones, han tenido que ser las propios activistas las encargadas de la potenciación de algunos espacios liberados, así como se producirán algunas actividades socioculturales más novedosas en lugares aislados pero la tónica general va a ser la de todos los 28 de Junio solo que reflejada en una lente de aumento: poco pan y mucho Supercirco. Encima, casi todo, donde siempre y para l@s de siempre.
Artículo de Eduardo Nabal
Artículo de Eduardo Nabal