Las raritas tendemos a identificarnos con seres sobrenaturales, no censados, quiméricos, aberrantes, amenazadores, fugitivos de todas las normas que gobiernan esta dimensión heteropatriarcal que nos asfixia, invencibles. Pero, ¿se sumarían a nuestra horda transfeminista o su marginalidad no entraña conciencia política ni compartimos el mismo enemigo? Vampiresas, zombies, alienígenas, brujas, robots, poltergeist, muñecas diabólicas, replicantes, lamiak, amazonas siderales,…
Buscar una vena rebosante, perforar, sorber como si de un granizado de limón en medio del desierto se tratara, contagiar, deliciosa promiscuidad, toda una noche eterna de fiesta en cualquier mansión abandonada y maldita, con ese look tan gótico, tan marica, tan polvoriento, el púrpura tatuado bajo los ojos, el terror al sol,… No digas que fue un sueño.
Lo de las zombies lo llevo peor, aunque jamás negaría su posibilidad. Tampoco me gusta que lo hagan con la mía. He creído ver alguna los martes, a veces en el espejo. Pero no parecen felices, ni cuando devoran cerebros. Aunque nunca nos muestran sus no-vidas mientras descansan de cazar humanos. Igual conspiran y hacen esas pintadas que alguna vez he leído en un muro: ¡Cómete a los ricos!
¿Fantasmas, ánimas en pena, espíritus? Depende de quienes. Graciana de Barrenetxea, Olympe de Gouges, Mae West,… ¡bienvenidas! Deben seguir de muy mala leche después de todo lo que les hicieron. Y podrían revelarnos las flaquezas del enemigo: han tenido tiempo para observarlo.
¿Alienígenas? si se paran a mirar este planeta medio segundo, se ponen de nuestra parte. Fijo. ¿Replicantas y robots? Su destino siempre es rebelarse contra sus creadores, la ciencia y el ejército. Contaremos con su alianza. ¿Qué decir de Satana? Debe adorarnos.
La tendencia aprendida a creer que “las otras” no han desarrollado conciencia y a no reconocernos en sus luchas, es uno de los dispositivos de domesticación patriarcal más eficaces. ¿Y si empezamos a dar por hecho que sí, que siempre y en todas las dimensiones hay células de gozosa resistencia?
Cual monstrua empiezo a sentirme más empoderada en las tinieblas.
Artículo de Itziar Ziga publicado en el Parole de queer 5.
Diseño de la revista por Nac Scratchs.
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Itziar Ziga es periodistx y autorx de Devenir perra, Un zulo propio, Glamur i resistència y Sexual herria y escribe habitualmente en Hasta la limusina siempre.