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miércoles

ESPECISMO Y LENGUAJE por CATIA FARIA*

Catia Faria

En general, nos parece mal matar e infligir sufrimiento innecesario a les demás si podemos evitarlo. También nos parece que si podemos hacer algo para ayudarles cuando están en necesidad, debemos hacerlo. Sin embargo, matamos y usamos a les demás animales para alimentación, ropa y entretenimiento, como herramientas de trabajo y experimentación. Les erradicamos en cuanto «plagas», «invasores» o «sobrepoblades» y les abandonamos en catástrofes, en el dolor y en la enfermedad. Se podría preguntar: ¿qué tenemos en la cabeza? Dado que una forma privilegiada de acceder a la cabeza de les demás es a través del lenguaje, intentemos averiguar qué tenemos en la cabeza observando cómo hablamos.

lunes

AQUÍ ESTÁ LA RESISTENCIA TRANS. Prólogo de LUCAS R. PLATERO. Para el libro UNA VIDA "NORMAL" de DEAN SPADE

Lucas R. Platero


La transexualidad es cada vez más visible en nuestra sociedad y lo es de una manera distinta, más positiva, que hace tan sólo unas décadas. Cada vez más ámbitos públicos, como pueden ser los medios de comunicación, las políticas o las manifestaciones culturales, dan cabida a referencias a la transexualidad, que amplían y a veces son una alternativa a lo que se afirma en los manuales psiquiátricos, los anuncios de contactos o el mundo del espectáculo. Por poner un ejemplo, los medios se hacían eco de las palabras de la actriz Angelina Jolie en los premios Kid’s Choice Awards de 2015, “different is good” - decía refiriéndose a su hijo John, que se convertía en el centro de atención de las revista del corazón. Medios que han recogido la salida del armario trans* de la famosa exatleta norteamericana Caitlyn Jenner, así como mostraban el éxito de la actriz Laverne Cox, popular por su aparición en la serie de TV Orange is the New Black, por nombrar sólo algunas personas trans*. Sin embargo, esta presencia creciente contrasta con el desconocimiento que tiene la mayoría de la población de las necesidades y problemas cotidianos a los que nos enfrentamos las personas trans* de todas las edades, así como aquellas que no cumplen con las normas de género binarias. Además, si nos fijamos en estas mismas noticias, es frecuente que cuando se habla de Cox o de Jenner se enfatice su belleza, la perfección de sus cuerpos y se señale que “no les nota”, subrayando su capacidad para “pasar”. Esta espectacularización trans* también tiene por contrapartida la ausencia de los cuerpos e identidades menos privilegiadas y normativas, que sólo son concebibles como problemáticos. Este es el caso de la criminalización de la también norteamericana Cece McDonald, una mujer trans* negra que vivió un ataque tránsfobo y racista del que se defendió, motivo por el que fue acusada de asesinato en 2012. Este contraste dibuja dos ámbitos simultáneos y necesariamente conectados: aquellas noticias que presentan una cara amable de una sociedad que exhibe la transexualidad como una muestra de aceptación de la diversidad, y frente a ésta, la ausencia e invisibilidad de otras realidades menos noticiables. Quizás porque aluden a personas trans* que están en una situación de desventaja, en la encrucijada de la clase social, la raza, la diversidad funcional, entre otras vivencias interseccionales. 

miércoles

¡MANDA COÑONES BLANCOS! por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga

Una amiga trans me contó que aquella jueza, con todo su coño, por un hurto a Inditex, la condenó a pasar unos días en el infierno. Así se lo aclaró: te mando a una cárcel de hombres para que escarmientes. ¡Cuánta maldad! 

martes

DE LA PARODIA A LA POLÍTICA de JUDITH BUTLER

Judith Butler

Partí de una especulación sobre si la política feminista podría funcionar sin un «sujeto» en la categoría de las mujeres. No está en juego saber si todavía tiene sentido, estratégico o de transición, aludir a las mujeres para afirmar que se las está representando. El «nosotros» feminista es siempre y exclusivamente una construcción fantasmática, que tiene sus objetivos, pero que rechaza la complejidad interna y la imprecisión del término, y se crea sólo a través de la exclusión de alguna parte del grupo al que al mismo tiempo intenta representar. No obstante, la posición endeble o fantasmática del «nosotros» no es motivo de desesperación, por lo menos, no es el único motivo de desesperación. La inestabilidad radical de la categoría cuestiona las limitaciones fundacionales sobre las teorías políticas feministas y da lugar a otras configuraciones, no sólo de géneros y cuerpos, sino de la política en sí. 

jueves

¿PORQUÉ GRITAMOS LAS PUTAS? por ITZIAR ZIGA

Itziar Ziga


Un sofocante mediodía cualquiera de este pasado agosto, en el programa matinal de TV3, se está debatiendo sobre si debe abolirse o no la prostitución. (No deja de asustarme la vuelta de tuerca prohibicionista que ha dado la opinión publicada en los últimos años, cuando el fin de milenio parecía abocarnos dulcemente a la regulación laboral del intercambio económico/sexual en Europa, en el peor de los casos). En el plató hay una trabajadora sexual y otras dos mujeres cuya implicación en el asunto no termino de comprender. Apenas escucho cinco minutos de la conversación, que no es tal.