Hablando de humillar a las víctimas, dice un alto cargo de la jerarquía católica española que el porcentaje de pederastia en la Iglesia es irrelevante. ¡Irrelevante tendría que
ser ya vuestra secta infame! Desde Roma les han dado un leve tirón de orejas, y el secretario general de la Conferencia Episcopal acaba de reconocer el “silencio cómplice” de la Iglesia respecto a los abusos sexuales a menores cometidos en su seno. Pero en
la misma frase centrifuga mierda a toda la sociedad, que debe “asumir su cuota de responsabilidad en esta cultura común compartida de silencio”. Eso sí, hace hincapié en señalar la supuesta inacción de la escuela. “Nadie se ceba con el ámbito de la enseñanza,
¿por qué con la Iglesia?”, se lamenta desde su alzacuellos. Teniendo en cuenta que hablamos de curas violadores de menores, solo se puede referir a esos centros educativos públicos y/o laicos donde precisamente los curas no han podido violar a menores.